Firpo ganaba 1-0 al Águila al final del primer tiempo, pero el duelo ha dejado en suspenso el desenlace final de un clásico que se suspendió por falta de protocolo de bioseguridad ante la COVID-19, y dejó más preguntas que respuestas sobre lo que pasará.
La suspensión por parte del cuarteto arbitral, dirigido por Iván Barton, y avalado por el comisario René Cuéllar, llegó previo al arranque del complemento, y fue un pecado atribuido a la renuencia de la hinchada taurina a cumplir con el distanciamiento social.
Las advertencias por las misma causas venían arrastrándose desde mediados del primer tiempo, incluso debió suspenderse por poco más de dos minutos y se consiguió que medianamente hicieran caso y llevar el juego hasta el descanso.
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A la vuelta de los camerinos los aficionados lucieron apiñados nuevamente, sobre todo en el sector de la Furia Pampera, y eso, después de los ruegos sin eco, Barton optó por reunir sus auxiliares y marcharse a los camerinos dando por suspendido el encuentro.
¿Qué pasará? ¿Cuál será el desenlace final?. Son interrogantes que tendrán respuestas en las próximas horas, aunque se informó que los 45 minutos restantes de juego serán reprogramados y disputados a puerta cerrada; y además que habría sanción por incumplimiento de los protocolos.
EL JUEGO
Se levantó y se cerró el telón del primer acto con un Águila superior: más oficio, más conjunción y, aunque el césped de la Caldera del Diablo lució bastante pantanoso, también monopolizó la pelota y apedreó la cabaña de los taurinos. Eso sí, el dominio fue estéril porque Firpo con muy poco les causó daño y se fue en ventaja al descanso.
El duelo arrancó con un Águila imponiendo su anaranjado sobre la parcela de los locales, y lo hacía con Diego Coca por izquierda y Santos Ortiz por derecha, que agremiándose con la visión y técnica del brasileño Yan Maciel apartaban las barricadas impuestas por los manudos.
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Eran ellos los encargados de alimentar de balones a Marcos Da Silva y Nicolás Muñoz, pero no tuvieron tanta fortuna, y ni el brasileño ni el canalero tuvieron chances a granel. Da Silva buscó el gol con un remate que el meta Matías Coloca consiguió controlar y Nico lo intentó en un tiro libre desviado antes del cuarto de hora.
Por el lado de Firpo, Armando Polo y Frederick Ogangan hacían lo propio, pero lucieron poco ante la marca pegadiza de Andrés Quejada que les sopló en el cuello durante todo el encuentro.
Los negro naranja, no obstante, se distrajeron durante un pequeño parón de juego para conseguir que los aficionados respetarán las medidas de bioseguridad ante la COVID-19 y, al 35´, Wilson Rugama metió la pata al derribar a Marvin Galeas en el área lo que terminó en pena máxima.
Para capitalizar la jugada se paró frente a la pelota el panameño Armando Polo, quien con un remate cruzado decretó el 1-0 con que los usulutecos se fueron al descanso en ventaja. Sería todo, porque el complemento quedó congelado.