El escrutinio definitivo terminó el 11 de marzo y, a pesar de esto, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se tardó 19 días para presentar los resultados finales, razón que ha sido señalada por diferentes funcionarios y abogados, quienes han aprovechado para recordar que ha habido diferentes irregularidades en el proceso electoral.
Esta semana, la comisionada presidencial de Operaciones y Gabinete de Gobierno, Carolina Recinos, destacó que las recientes elecciones han tenido demasiados retrasos, debilidades y fallas, previo, durante y posteriormente al proceso electoral. Señaló que eso no ha permitido que los partidos políticos presenten los recursos legales posterior al escrutinio definitivo.
Previo a la campaña electoral, los interesados en una candidatura independiente reclamaron al TSE por favorecer a Leonardo Bonilla y bloquear sus candidaturas.
Según los afectados, el ente colegiado no revisó en tiempo los libros con firmas para sus inscripciones; tampoco les detalló cuántas rúbricas de respaldo pertenecían a personas fallecidas o afiliadas a partidos políticos para participar en la contienda.
Tras este impase, arrancó una campaña electoral marcada por hechos de violencia y señalamientos hacia el TSE por no sancionar las campañas adelantadas.
Mención especial merecen los problemas registrados el día cero, cuando muchos centros de votación abrieron tarde, hubo largas filas, se terminó la tinta en algunos, se llevó equipo tecnológico sin el sistema indicado para el escrutinio de las juntas receptoras de votos (JRV) y este proceso se alargó hasta un día después.
Posterior al 28 de febrero, el escrutinio final inició con retraso, hubo problemas de incompatibilidad entre el sistema usado en el escrutinio preliminar y el definitivo, y los organismos electorales temporales se quedaron fuera de este proceso luego de que el TSE emitió nuevas reglas que generaron molestias.
Diferentes abogados han señalado que el TSE cumplió en el ámbito organizativo, pero no en el jurisdiccional, en el cual —aseguran— quedó debiendo.