Con influencia musical del rock alternativo, punk, pop rock, ska y rock en español, surge a inicios de los noventa la banda salvadoreña Los Redd. Aunque iniciaron con un álbum en inglés y con un nombre diferente, conforme pasó el tiempo fueron adaptándose a las generaciones roqueras internacionales en español. Poseen más de 25 años de trayectoria y durante este tiempo han pasado más de 35 músicos por la banda. «Más que músicos somos amigos haciendo música. Todos hemos estado más tiempo en Redd que en otra banda, por eso es una familia de amigos», afirma Diego Selva, bajista y uno de los fundadores del grupo.
¿Cómo deciden hacer el grupo musical?
Éramos un grupo de amigos que vivíamos en la misma colonia (Miramonte) y que teníamos entre 10 y 12 años. Allí decidimos hacer un grupo. Lo soñábamos, pero ninguno podía tocar instrumentos musicales. De niños, todos jugaban fútbol o básquetbol, jugábamos con raquetas y palitos que éramos músicos, que tocábamos en una banda. Fue como un sueño de niños hecho realidad, que logramos con la ayuda de nuestros padres, quienes nos apoyaron para entrar a academias de música, donde aprendimos a tocar e hicimos un grupo.
O sea, que aprendieron a tocar y de una vez hicieron el grupo…
Sí. Por eso es que el grupo tiene tantos años, porque lo tomamos desde que iniciamos a tocar juntos, pero realmente, cuando la banda comenzó a ensayar y hacerlo más formal es cuando la gente nos comenzó a conocer, a finales de los 99, o el 2000. Tomamos como inicio desde que estábamos en el colegio, en quinto, sexto grado. Redd es un sueño hecho realidad.
Y el nombre, ¿Cómo surge?
Nos llamábamos R.E.D.D., por supuesto, pero todavía no habíamos construido la estructura que hemos llegado a construir, una agrupación musical fomentada y bien forjada. Pasaron muchos nombres, de los que me recuerdo: Sigma, Metal Force, Contratiempo… nos íbamos cambiando nombres y poniendo nombres en el tiempo, pero luego, cuando comenzamos a grabar nuestro primer disco, que fue como en el 96, decidimos ponernos R.E.D.D. que eran las iniciales de «Rock´n Roll Expresion of Delayed Distorsion», en español quiere decir «Expresión roquera de la distorsión retardada»
¿Lanzan su primer disco con este nombre?
Grabamos nuestro primer disco bajo la dirección de Ángel Gutiérrez, un gran musico salvadoreño, papá de nuestro baterista. Él hizo los arreglos del disco y la producción, y nosotros tocamos. Sin él, ese disco no se hubiera podido hacer, ese y muchos otros discos más, porque nosotros estábamos en nuestros inicios. Era como nuestro guía musical, nuestro manager y nuestro productor, por eso logramos grabar en un estudio de producción que es muy costoso y bien complicado para niños de entre 13 y 15 años. Fue allí donde le pusimos siglas porque en ese tiempo había una gran influencia, los grupos en el mundo tenía siglas, era como la tendencia.
¿Cómo se llamó este primer disco?
«The loser of the eleven» («Los perdedores de la once»), porque nosotros ensayábamos en la casa número 11, de la colonia Miramonte. Allí comenzó todo, era una influencia más rock, punk, irreverente. Estábamos en la adolescencia y era nuestra manera de expresar un poco la energía posguerra, y toda la energía de rebeldía juvenil. Todo el disco era en inglés con letras originales. Luego, empezamos a ir a los medios de comunicación, llamó la atención el grupo porque era de adolescentes. En ese entonces había un gran movimiento de músicos en diferentes colegios, el Liceo Salvadoreño tenía su banda, el Externado San José también, el Angloamericano tenía a R.E.D.D., la Escuela Alemana tenía a Adrenalina, y así… entre colegios había una fuerte presencia artística musical muy efervescente. Tuvimos aceptación a pesar que la música no era comercial, toda era en inglés. En ese entonces estaba entrando el rock en español, y decidimos grabar un nuevo disco.
¿Cuál fue el segundo disco?
Entramos al estudio, entre el 98 y el 99, a grabar nuestro segundo disco con 15-16 años. El productor nos dijo: “son 14 canciones las que tiene que llevar este disco, y ustedes solo tienen 13, tienen que hacer una para mañana”. En la noche hicimos una, le pusimos «Bolo y solo», con esas llegamos hacer las 14. El disco se llamó «La venganza de los R.E.D.D.».
¿Por qué?
Era una sátira, un disco parodia de la «Venganza de los Nerd», la película de moda, por eso decidimos vestirnos y conceptualizarnos de nerds. Hacer canciones con lenguaje no convencional, y eso hace un clic con la juventud de esa época que estaba acostumbrada a escuchar canciones románticas o de desamor. El disco estaba bien grabado, con alta tecnología y buenos arreglos, porque Ángel Gutiérrez había llamado a Víctor Tomasino, uno de los mejores saxofonistas del país, en los últimos 40 años, y a Francisco Castaneda, director de la sinfónica de la Big Band, para que grabara con niños de 16 años. Ocupamos músicos para que grabaran instrumentos que nosotros no teníamos. Ese disco fue producido por Gutiérrez, él venia de ser productor de una disquera centroamericana radicada acá, en El Salvador, en el año de los 80, y gracias a Dios eso hizo que nosotros lográramos grabar los discos. Estaban bien dirigidos, así como en México.
¿Cuántos integrantes eran en ese entonces?
Cinco, de esos cinco hay tres actualmente en la banda. Mi hermano Luis, en el teclado; Ángel en la batería, y su servidor en el bajo.
¿Y el disco se convirtió en éxito?
Fue un exitazo en todas las radios. Canciones como «Miserias», «Un tipo normal», «Bolo y solo» estaban en la lista de popularidad. De hecho, entraron en las tres primeras canciones del año, compitiendo con «La Copa de la Vida», que era la canción del mundial del 98, y la canción del Titanic. Con estas canciones también hicimos los videoclips que se programaron en todos los canales de televisión, comenzamos a tocar en todo el país, también en Guatemala y Honduras, menores de edad algunos.
¿Pero allí no estaban los corridos aún?
Llegó una disquera y nos dijo que le interesaba nuestro disco: “vamos a regrabarlo, pero necesitamos cuatro canciones más”, por eso si hicimos en el 2000 «Sigue la venganza», que fueron grabadas aquí, pero fueron regrabadas y remasterizadas en Francia. Allí venía «El corrido de los R.E.D.D. ¡Apártense gatos secos!». Comenzamos a tocar en las fiestas de todos los municipios, a tener un montón de presentaciones. Allí crecimos con más integrantes para sonar mejor.
Con los nuevos integrantes ¿surge otro álbum?
Sí, se llama «R.E.D.D. en el país de las maravillas», un disco con temas sociales, donde el país de las maravillas era El Salvador, y fue porque la película estaba de moda. Todos nuestros discos son como conceptuales, allí salen canciones como «Amigos con derecho», «Chambita» y otras más. Esa fue la etapa más roquera.
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Recuerdo que en ese momento hubo cambios de integrantes.
Hubo una etapa de renovación, fue en el 2005. Algunos de ellos se fueron del país e ingresan nuevos integrantes.
El nombre también sufrió renovación…
Pasamos de llamarnos R.E.D.D., actualizamos la banda y nos llamamos Los Redd, porque en ese tiempo la tendencia era Los Rabanes, Los pericos, Los fabulosos Cadillacs, Los enanitos verdes, el rock en español ya estaba metido. Entonces, nosotros teníamos que adaptarnos con el nombre de la banda para no quedar desfazados e inentendibles. Desde allí hemos sido Los Redd. Fue como una evolución y siempre seguimos grabando más discos.
¡Allí si van los corridos!
Sí, venía «El corrido de las patas», «La balada del desdichado», que comenzaron a sonar mucho y nosotros comenzamos a visitar diferentes estados en el extranjero (en Estados Unidos), donde había salvadoreños.
¿Todas las canciones son propias?
Todas son originales. Parte de nuestra ideología era hacer canciones originales, si mal no recuerdo, hemos grabado más de 150 canciones, cinco no son nuestras. Es decir, más del 98% son nuestras. Una es «La bala», una versión con ritmo ska y rock; «La chica de humo», la grabamos con René Alonso. En nuestro primer disco, una canción de la banda «Los Ramones» que era nuestra influencia; «El corrido de la cama», que es de los Eclámpticos, pedimos la autorización y la grabamos; y una adaptación de una canción sudamericana-colombiana que nosotros le pusimos «Gozando así», pero se llama «Bailando así» es una adaptación, le cambiamos letra.
Y ahora, ¿traen nuevo disco?
Viene un disco que es solo de amor, algo que nunca habíamos hecho, aventurarnos a hablar de amor. Vamos a salir como de traje, haciendo una parodia como Luis Miguel. Este disco habla de amor, pero no solo el de pareja, habla de alguien que está en la tierra y otro que está en el cielo, por ejemplo. «Mi mejor error», la canción más nueva de Los Redd, habla de cuando nadie apuesta por un amor, nadie da un cinco por una relación que puede verse como un error, pero al final es la que te hace feliz.
¿Quién la escribe las canciones, o cómo hacen para escribirlas?
Todos aportamos letras y músicas. En un principio mi hermano, Luis Selva, lideraba el área de composición. Ángel Hernández, también aportaba mucho. Ahora, Carlos «el gato» Cornejo, digamos, tiene bajo su cargo toda la composición y producción de todos los discos nuevos; también Rodrigo León, nuestro trombonista, él dirige mucho lo musical, los arreglos, las voces. También los cantantes aportan mucho, Marito Ortiz y Nelson Lobo han llegado desde hace seis años a involucrarse en el área de la composición. No hay un solo compositor, y creo que eso es parte de que somos un grupo, y todos vamos a estar siempre en la cama y todos estamos siempre en el suelo.
¿Solo ellos son los integrantes?
Sí, en las voces está Marito Ortiz y Nelson Lobo; en la guitarra está Carlos «el gato» Cornejo; en la batería está Ángel Hernández; en el teclado, Luis Selva; en el trombón, Rodrigo de León; en la Trompeta está Will Reyes, y en el bajo, Diego Selva.
La indumentaria de los integrantes
Los Redd nunca han tenido vestuario que los identifique; sin embargo, siempre tratan de tener una paleta de colores acorde para sus diferentes eventos.
¿Cómo es su vestuario?
Es una vestimenta similar, pero no es igual como las roqueras, hay una similitud en nuestra vestimenta, pero no hay uniforme. Lo negro y lo rojo prevalecen, y hay una manera formal, semiformal e informal de presentarnos con el objetivo de tener una identidad visual como banda. También para escoger a los integrantes del grupo hay un patrón a seguir, todos tienen que ver la música cómo nosotros la vemos, tener una carrera universitaria y ser músicos a la vez para que tengamos el compromiso musical igualitario. Si alguien se dedicara solo a la música no entendería nuestras ideas, pero si todos estamos bajo el mismo barco, en el mismo mar, caminamos todos juntos bajo el mismo ideal. Si queremos grabar un disco, un video en cine, por ejemplo, eso en un país como el nuestro y en cualquier otro tiene altos costos, allí decimos, este mes de lo que vamos a tocar, todo lo que salga de las presentaciones va ser para el video.