Cada día, el Gobierno del presidente Nayib Bukele entrega un promedio de 35,000 computadoras a estudiantes del sector público para que mejoren sus procesos de aprendizaje. No se trata nada más de una herramienta para continuar clases de forma virtual, sino un instrumento para la investigación, el aprendizaje y el desarrollo, ya que están equipadas con diferentes plataformas, programas y con conexión a internet.
El objetivo del Gobierno es entregar computadoras a 1.2 millones de estudiantes; con el plan de entrega acelerada se ha llevado el equipo a los 262 municipios, en camiones que se desplazan por todo el territorio nacional.
El Gobierno logró acuerdos y convenios con Google y Microsoft para equipar las computadoras con las herramientas necesarias para los planes del Ministerio de Educación y para utilizar Classroom, la plataforma para las clases en línea. Además de cursos de inglés con el objetivo de capacitar a los alumnos en este idioma.
Paralelamente, dentro de los próximos días comenzará la entrega de tabletas para alumnos de primero a cuarto grados de las escuelas públicas, también como una herramienta de aprendizaje para su nivel educativo.
Sin embargo, la tecnificación de aulas, estudiantes y maestros (los profesores fueron los primeros en ser capacitados y en recibir los equipos) no es para prescindir de las clases presenciales. Al contrario, hay grandes esfuerzos para el regreso. De hecho, la plataforma Crecer Juntos para el regreso a clases, una iniciativa del despacho de la primera dama, Gabriela de Bukele, ha recibido un reconocimiento mundial con el premio Special Achievement in GIS (Esri-SAG Award) del Environmental Systems Research Institute (Esri), de Estados Unidos, un líder global en el desarrollo de tecnologías geoespaciales.
La plataforma para el regreso a clases se desarrolló como una estrategia para la reapertura educativa, con el objetivo de que la niñez salvadoreña continúe sus estudios de manera segura durante la pandemia por la COVID-19.
Los esfuerzos por mejorar la educación han enfrentado las circunstancias especiales de la pandemia, que han sido muy duras, pero que se superarán para sentar las bases de un mejor sistema educativo nacional.
Por primera vez en décadas hay un esfuerzo constante y decidido de parte del Estado para que la educación en el país avance, como parte de una estrategia nacional para el desarrollo. Es una deuda con todas las generaciones de niños y adolescentes y los que están por venir que ya comienza a saldarse.