Ayer, 24 de marzo, se cumplieron 41 años del martirio y asesinato de san Óscar Romero, y los salvadoreños realizaron diferentes actividades para conmemorar su memoria y legado. El Comité Nacional Monseñor Romero junto con representantes religiosos y de diferentes comunidades realizaron una marcha que inició en el parque Cuscatlán de San Salvador y se dirigió hacia la plaza Salvador del Mundo.
El objetivo de dicha marcha era recordar las palabras de Romero y su lucha por la defensa de las personas más necesitadas. «San Romero es un santo que nos une a muchos salvadoreños, él representa al salvadoreño, lo apreciamos mucho y también hay muchas personas que no son cristianas, pero que aman a monseñor Romero por el legado que él nos dejó», indicó Manuel López, padre de la iglesia anglicana de San Salvador.
Personas de comunidades también acudieron a la peregrinación e indicaron que su asistencia forma parte de una tradición que busca mantener vivo el legado religioso. «Siempre estamos acompañando las marchas con el objetivo de mantener vigente a Monseñor. Venimos desde lejos para recordar este día con respeto y devoción», manifestó Euclides Romero, de Cuscatancingo.
La marcha finalizó en la plaza Salvador del Mundo donde culminaron con un acto conmemorativo.Otro de los lugares donde se conmemoró la memoria del santo fue en la capilla del hospital de la Divina Providencia, el lugar donde fue asesinado el 24 de marzo de 1980. Ahí se desarrollaron dos misas en su nombre, también acudieron extranjeros interesados en conocer sobre la vida del santo.
«Es un día para conmemorar el asesinato cruelmente de San Oscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado un 24 de marzo de 1980, ¡El pueblo todavía lo recuerda!, ¡aún está en nuestro corazón!», expresó María Orellana, feligrés.
Por otra parte, en la cripta de monseñor Romero, en Catedral Metropolitana, feligreses de diferentes zonas de El Salvador acudieron para realizar oraciones y llevaron flores. La comunidad Cripta Monseñor Romero llevó a cabo cánticos y oraciones para pedir la intercesión del santo en su bienestar personal y de la sociedad salvadoreña en general.
De acuerdo a Ana Ruth Granados, organizadora y miembro de la comunidad de la Cripta Monseñor Romero, la conmemoración del martirio de San Romero se realiza desde hace décadas para recordar el legado del mártir.
«Tenemos más de 25 años de estar conmemorando este martirio de Monseñor Romero, todos los 24 de marzo, además también los 15 de agosto que es su cumpleaños. Esto lo hacemos para que la memoria y su legado histórico no se pierda y así las nuevas generaciones vayan conociendo qué fue lo que motivó a Monseñor Romero, cuáles fueron las inspiraciones que él tuvo, del por qué tanto amó al pueblo y como denunció las injusticas», detalló Granados.
Por su parte, José Rivas viajó desde Suchitoto a las actividades que se realizaron en la cripta de Catedral. «Me recuerdo de él porque tuve felicidad de verlo en vida, vengo cada año para recordar y visitar este gran profeta que tuvimos en nuestro país, él defendía al pueblo, porque anduvo junto a los más marginados de nuestro país. Ellos dicen que lo mataron, pero no, lo pasaron de muerte a la vida porque quedó en el corazón de todos los salvadoreños», enfatizó José Rivas.
Así también, en horas del mediodía se realizó una misa solemne en catedral Metropolitana, la cual, fue presidida por Monseñor José Luis Escobar Alas, y concelebrada por la conferencia episcopal de El Salvador y sacerdotes de catedral.