Ante una nueva ola de contagios por COVID-19, con los niños como nuevo blanco con unos 72,000 contagios solo en la última semana, muchos miembros de la comunidad educativa están en alerta y discutiendo si el retorno a las aulas es la mejor decisión.
Mientras que autoridades estatales ya han puesto fecha para el retorno, como en el caso del estado de California, donde autoridades educativas dan como fecha tope el 16 de agosto, algunos padres aún siguen renuentes por la falta de claridad respecto a algunas normativas.
Distritos, como el Escolar Unificado de West Contra Costa (WCCUSD), uno de los más grandes del área de la bahía de San Francisco, han trabajado de la mano con padres de familias durante meses para propiciar un ambiente seguro para los niños, así lo confirmaron autoridades educativas en una reunión virtual en la que participó la Voz de América.
De acuerdo con un mensaje el superintendente de WCCUSD, Kenneth Chris Hurst, la Junta de Educación aprobó la reapertura de escuelas para la sesión de otoño para el 16 de agosto de 2021.
«El Distrito reabrirá para el aprendizaje 100% en persona este otoño de conformidad con las pautas locales, estatales y federales y con recursos adicionales proporcionados por WCCUSD a las escuelas que los necesiten. Estos recursos pueden incluir, entre otros, consejeros adicionales, servicios de salud mental, conserjes […] y el distrito hará estas recomendaciones a la junta este verano», explicó.
En el mismo contexto el estado aprobó una legislación para ayudar a los estudiantes que tuvieron dificultades durante la pandemia de COVID-19.
Tanto autoridades como la mayoría de los padres coinciden en seguir la guía actualizada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en la que recomiendan el uso de mascarillas en el interior de los centros educativos tanto para alumnos como todos los maestros «independientemente del estado de vacunación».
Hay centros que además piden pruebas negativas periódicas para personal y alumnos. Algunos centros que reabrieron parcialmente durante el verano con dichas pautas afirman les han funcionado.
«Hemos tenido comentarios de familiares, de los dos tipos, unos contentos y satisfechos con las medidas que tenemos, pero también están las que se quejan porque nosotros pedimos que cada estudiante (…) traiga un resultado negativo de COVID por los menos de cinco días previos», explicó a la VOA Erica Castro Serrano, maestra de un centro privado que actualmente está en campamento de verano.
Esta maestra afirma que la mayoría de miembros de la comunidad educativa aceptan las medidas por la seguridad de sus hijos y que es un grupo reducido el que las encuentra «tediosas».
Pero hay otro sector, como al que pertenece Eduardo Pereira, padre de dos niñas en escuela media y preparatoria, para quien el uso de la mascarilla no es suficiente a la hora de decidir si enviar a sus hijas a las aulas.
Pereira explicó a la Voz de América que «podría considerar que regresen a la escuela si éstas exigen vacunas para todos, sin excepción».
Pese a la preocupación de padres como Pereira, otros estados han dejado a discreción de los padres la inoculación para ellos y sus hijos, así como adoptar o no los lineamientos dados por los CDC.
Ese es el caso de la Florida, uno de los estados más golpeados por el COVID-19 en este nuevo rebrote según autoridades de salud.
Desde la gobernación de Florida se ha decretado que son los padres quienes decidirán si los niños deben usar mascarillas en las escuelas.
«Es muy importante decir inequívocamente que no a los cierres, no a los cierres de escuelas, no a las restricciones ni a los mandatos», afirmó el gobernador Ron DeSantis.
A dos semanas del comienzo de clases en el sur del estado, la junta escolar del Condado de Miami-Dade, la cuarta jurisdicción escolar más grande el país, analiza datos científicos para decidir cuáles restricciones adoptarán ante el regreso de los niños y jóvenes a los salones.