Me llama una joven para preguntarme cómo hacer para que su pareja acepte la decisión que ella ha tomado de finalizar la relación de noviazgo. Me explicó que, hace casi un mes, ella le expresó a su pareja la decisión de terminar el noviazgo, una decisión que no ha sido aceptada. En el trascurso de estas casi cuatro semanas, su pareja ha estado insistiendo hasta el cansancio de que su relación no puede terminar, que eso sería tirar a la basura más de cuatro años de noviazgo, ya que tenían planes de vida juntos. Y, últimamente, le ha expresado que no ve su vida sin ella, porque ella es la razón de su existencia. En este punto, según me cuenta la joven que me llamó, ha sentido a su pareja en una situación de súplica, como queriendo convencerla por lástima.
Pero, independientemente de que haya razón o no en la ruptura, el hecho incuestionable es que ella ya tomó una decisión: no continuar con el noviazgo.
¿Cómo hacer que su pareja entienda? Es muy difícil que lo entienda. Lo que hay que procurar es que lo acepte.
En un primer momento la pregunta podría parecer sencilla, pero resulta que la situación tiene su propia complicación.
En términos generales, cuando una persona comunica a su pareja sentimental la decisión de terminar la relación, esta lo ha estado pensando por lo menos durante tres meses. Esto significa que se ha ido preparando poco a poco para enfrentar la realidad de que esa etapa de su vida va a terminar. Hay que subrayar que esos tres meses son muy incómodos para esta persona, ya que le toca hacer su mejor esfuerzo para mantener la relación a flote. Pero su incomodidad se va a ir convirtiendo en malestar, hasta que llega el momento más oportuno para comunicar lo que ya ha decidido.
Por su parte, quien recibe la noticia de la ruptura lo experimenta como un puñetazo. Por mucho que haya podido intuir que algo no marchaba bien entre los dos, con seguridad se ha hecho a la idea de que las cosas no están tan mal. Debido a esta percepción es que hay una resistencia a aceptar la decisión de la ruptura.
Ahora bien, hay que aclarar que, en la mayoría de los casos, la ruptura sucede porque la calidad de la relación se ha deteriorado. No se trata de la persona, se trata de la relación. La persona podrá seguir siendo ese maravilloso ser humano de quien se enamoró, pero la relación ya no tiene sentido. Repito, es la relación la que ya no funciona.
Pero, además, hay que aclarar que una relación de pareja está basada en la decisión, no en la imposición. No se puede obligar a nadie a estar con quien ya no ama. Si el amor ha desaparecido, por muy doloroso que suene, es más saludable decir adiós que seguir juntos solo por evitarle a la otra persona el dolor de la separación. Se puede luchar por recuperar la relación, se puede ofrecer opciones e incluso hacer promesas para que el amor y el sentido de la relación resurjan, pero cuando la decisión ya se ha tomado, no queda más que aceptar lo planteado, para no tener que vivir con alguien que ya no tiene amor por esta persona.