La empresa alemana de equipamiento deportivo Adidas rompió su colaboración con Kanye West, también conocido con el nombre de Ye, después de los últimos comentarios antisemitas del controvertido rapero estadounidense, cada vez más marginado por sus socios comerciales.
«Adidas no tolera el antisemitismo ni ninguna otra forma de discurso de odio», afirmó la compañía en un comunicado, anunciando el «fin inmediato» de la colaboración con West.
También «dejará de fabricar los productos» de la marca Yeezy del artista, agregó, tachando sus comentarios de «inaceptables, odiosos y peligrosos».
La decisión de Adidas llega con «retraso», afirmó Josef Schuster, del Consejo Central de Judíos de Alemania.
La colaboración entre Adidas y la estrella estadounidense ha sido durante mucho tiempo una de las más fructíferas del mundo.
En marcha desde 2014, la colección de zapatillas de deporte Yeezy he tenido un éxito rotundo y ha contribuido a hacer multimillonario a Kanye West.
Las relaciones entre ambos socios se degradaron visiblemente en los últimos meses a raíz de varias salidas de tono de la estrella.
La compañía dijo a principios de octubre que estaba revisando su relación con West luego de que este apareciera en un desfile de moda en París con una camiseta que tenía impresa la inscripción «Las vidas de los blancos importan» (en inglés, «White Lives Matter»).
La frase es una reacción de grupos de ultraderecha y supremacistas blancos en Estados Unidos al movimiento «Las vidas de los negros importan» («Black Lives Matter»), que protesta contra el racismo.
Poco después, West fue expulsado de Twitter e Instagram por publicar un mensaje amenazante contra la comunidad judía.
«Un peligro para los judíos»
El anuncio de Adidas fue seguido más tarde el martes por la empresa estadounidense Gap, que dijo que estaba tomando «medidas inmediatas» para eliminar el producto Yeezy Gap de sus tiendas, además de cerrar YeezyGap.com.
La reacción de Adidas llega después de que numerosas voces exigieran que se pronunciara.
«En tanto que empresa alemana, espero de Adidas una actitud clara sobre el antisemitismo», había declarado el presidente del Consejo Central de Judíos de Alemania.
Los fundadores de Adidas eran miembros del partido nazi.
«Vuestro silencio es un peligro para los judíos», tuiteó Jonathan Greenblatt, director general de la Liga Anti-Difamación, una ONG de lucha contra el antisemitismo.
El lunes, la agencia CAA, representante de Kanye West y una de las más importantes de Hollywood, anunció que también lo abandonaba.
Y la productora MRC anuló un documental casi terminado sobre el rapero y la casa de moda Balenciaga también rompió su colaboración con el artista.
Instagram ya impidió publicar en su plataforma a West, que dice sufrir un trastorno bipolar a propósito de su divorcio con la estrella estadounidense Kim Kardashian.
«Los discursos de odio nunca son aceptables o excusables», dijo su exmujer en Twitter e Instagram, sin mencionar a West.
Mal paso para Adidas
Junto a celebridades como Beyoncé, Stella McCartney y Pharrell Williams, Kanye West formaba parte de las estrellas con las que Adidas había creado colaboraciones para seducir a su clientela.
El fin de la colección Yeezy tendrá «un impacto negativo de hasta 250 millones de euros en el resultado neto de la compañía en 2022», advirtió el grupo.
Adidas recalcó que es «el único propietario de todos los derechos de diseño de los productos existentes (…) en el marco de la asociación», anticipando una posible batalla legal.
Las ventas de las famosas zapatillas superaron los mil millones de dólares en 2019, según la revista Forbes.
Kanye West también presentó ocho colecciones de ropa Yeezy, estas últimas, considerablemente menos exitosas.
El divorcio entre Adidas y el rapero supone un nuevo golpe para la compañía alemana que ya revisó a la baja sus objetivos anuales por una cifra de negocio hundida por la política cero covid en China y la caída en el poder de compra en los mercados occidentales.
Tras el anuncio, Adidas cayó en la bolsa de Fráncfort, y al final de la jornada se dejó un 3,2%.