A falta de hora y media para el inicio del juego de vuelta de fase de semifinales entre Alianza y FAS, hubo aficionados del equipo tigrillo que salieron al encuentro del autobús que transportaba a los jugadores del equipo paquidermos al estadio Óscar Quiteño.
Hubo hinchas fasistas que lanzaron piedras al vehículo de los paquidermos y quebraron algunos vidrios. Al final, los jugadores del equipo blanco tuvieron que ser escoltados hasta su camerino, en el recinto santaneco.
«Lamentable todo esto. Prácticamente nos emboscaron, pero en la cancha vamos a demostrar. Hubo daños materiales al bus, que lo han dañado completamente. Estamos conscientes, como equipo, que esto lo vamos a superar en la cancha », dijo el gerente del equipo aliancista, Edwin Abarca.
Abarca no sabe qué pudo haber pasado a su llegada al estadio Quiteño, pero cree que estos actos de violencia deben ser erradicados por completo.
«Estamos en una pendemia. Pasamos varios meses sin fútbol. El fútbol es una fiesta y para que vengan un par de imbéciles a hacer esto, porque no son todos. Hay que copiar lo bueno de otros países. Están enculados de las barras de Argentina, pero allá hacen cosas muy distintas a estas», dijo Abarca.
FAS tiene que remontar el 3-0 en contra para poder clasificar a las semifinales del torneo Apertura 2020 o al menos, forzar a los penales en caso de empatar el marcador global de la serie.