La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) reafirmó este miércoles su apoyo a la vacuna anticovid de AstraZeneca, a pesar de los trombos sanguíneos que han sufrido algunos de los que recibieron el fármaco, un efecto secundario «raro», insisten los expertos.
Los trombos despertaron una ola de inquietud, en especial en Europa, que no ha acabado de amainar, en buena parte a causa de las propias contradicciones de las autoridades.
La EMA afirmó que los coágulos sanguíneos constituyen un efecto secundario «muy raro», animando a los países a continuar utilizándola.
El balance entre riesgos y beneficios sigue siendo «positivo», según un comunicado.
La directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, señaló que esos trombos podrían ser una respuesta inmunológica, aunque «no se ha podido confirmar factores de riesgo específico como la edad, el sexo o los antecedentes médicos».
Los ministros de Salud de la Unión Europea debían reunirse por videoconferencia a partir de las 16H00 GMT para examinar estas conclusiones.
La vacuna, desarrollada por AstraZeneca y la universidad de Oxford, ha sido administrada en al menos 111 países, por delante de Pfizer/BioNTech (67 pasíses) o Moderna (al menos 39 países).