El cultivo de más de seis variedades de guineo ha tomado auge en los últimos años en la zona norte del departamento de La Paz, y San Emigdio es uno de los municipios que cuenta con aproximadamente 100 manzanas de plantación productiva en diferentes puntos.
Dedicarse a este rubro es una oportunidad para que los productores locales mejoren sus ingresos económicos, generen trabajo y con esto dinamicen integralmente el desarrollo del municipio.
José Aparicio Cruz, de la finca Los Delfines, aseguró que las condiciones son aptas para este cultivo, ya que está ubicada a 735 metros sobre el nivel del mar, en tierra fértil, con clima fresco, por lo que es un lugar adecuado para la producción de frutales, entre estos, las musáceas (familia de plantas de bananos).
En esta plantación se encuentra guineo de seda, majoncho, plátano, lipita, picudo, entre otros; el primero es el que más demanda tiene en el mercado local, donde logran colocar el producto.
«No demanda gastos como otros cultivos, [plantación de guineo] no hay que estar controlando plagas y enfermedades o aplicaciones de abono, ya sea orgánico o químicos. Es un cultivo bien económico para poderlo manejar y a la vez produce recursos. Al agricultor se le facilita obtener ingresos económicos para la familia», destacó José.
El guineo y la variedad de plátano en su Foto Mirna Velásquez LOS BAJOS COSTOS PARA PRODUCIR y la rentabilidad en los precios incentivan a quienes ya producen. Agricultores apuestan por el cultivo de guineo en San Emigdio, La Paz Redacción Mirna Velásquez Centro De mayoría lo comercializan en el mercado de Cojutepeque, otra parte lo trasladan al mercado central, en San Salvador.
Para José, este cultivo posee su historia. «Los ancestros cultivaron el guineo con dos propósitos, uno para comercializar la hoja; y el otro, por el fruto. Para comercializarlo, ellos siempre seleccionaban el de seda porque tiene más demanda en el mercado y su sabor es más aceptable. Las demás variedades solo se utilizaban para comercializar la hoja», añadió.
Este es otro rubro; el mercado de las hojas de huerta, como popularmente se le llama, tiene una gran demanda y su precio es aceptable. «Otros comerciantes se acercan a la finca, hacen negocios y se encargan de cortar la hoja, de prepararla y llevársela al mercado de sus lugares. Esto le facilita al productor porque a la finca le llega el dinero y no anda tanto […] para movilizar su mercadería», indicó.
Patricia Jeannette Asunción, emprendedora residente en la ciudad, elabora platillos con esta fruta. Ella consideró que este cultivo crea la oportunidad, entre el festival del guineo que se desarrolló por primera vez el 7 de agosto y el festival del pescado (en marzo), de venderlo y obtener ingresos.