Agricultores de diversos municipios del occidente del país se encuentran aprendiendo diferentes técnicas para crear sus propios fertilizantes naturales y preservar el medioambiente por medio de estos. Además, con esta modalidad también se pretende reducir los costos de las cosechas. Todo este proceso está dirigido por el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa).
En el cantón La Piedra, del municipio de Santa Isabel Ishuatán, en Sonsonate, 12 familias elaboraron su propio biofertilizante enriquecido con sales minerales que puede ser aplicado en diferentes cultivos.
«Esta idea de crear biofertilizante ayuda a recuperar la fertilidad de los suelos y mejora la nutrición de los granos básicos, así como también en las hortalizas y frutales, ya que es un superabono que lleva varios nutrientes proporcionados por los insumos naturales ocupados para su elaboración», manifestó Demar García, coordinador de la agencia del Centa en Sonsonate.
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Los insumos naturales que estos agricultores ocupan para la elaboración del biofertilizante son melaza, suero de leche, estiércol fresco de ganado, ceniza colada, harina de roca y sales minerales. Este es reposado durante un mes para ser aplicado a los cultivos.

Otro municipio en el que se aplican estas técnicas es San Sebastián Salitrillo, en Santa Ana, con la elaboración de caldo sulfocálcico.
Este producto de preparación casera es elaborado a base de azufre y cal, y sirve para la prevención y el control de algunas plagas, como las provocadas por el mildiu, el oídio (cenicilla), el botrytis, los ácaros y trips.
Los técnicos del MAG explicaron que principalmente en esta zona lo utilizan para la mancha de asfalto en el cultivo del maíz.