El Águila perdió una pluma más. Los migueleños intentaron extender su carnaval a tierras usulutecas, pero doblaron rodillas en el corral de Firpo que les propinó la tercera derrota al hilo y los apeó del tercer lugar en la tabla. A los usulutecos les bastó un solitario de penalti para dejar en silencio a la hinchada naranja.
Hasta antes del primer cuarto de hora del duelo entre los toros y los emplumados ardió al calor de la «Caldera del Diablo». Ambas oncenas pusieron sobre el tapete verde del Sergio Torres Riveras un partido ríspido, cortado por las faltas y con un balón que pasaba sin mayor sentido a uno y otro. Nadie le dio en este lapso el trato adecuado.
Con el correr del tiempo, sin embargo, fue el anfitrión el que se asentó mejor al ambiente caluroso, el ruido de su hinchada y comenzó a frecuentar la portería del meta migueleño Martín Mejía y tuvo la fortuna de encontrarse con una mano el área que se sancionaría como penalti y que convirtió en gol Jomal Williams, al 16´. Una vez descorchado el festejo, los usulutecos intentaron imponer sus condiciones más allá de los graderíos y comenzaron a gestionar mejor los espacios y su tiempo con el balón, pero sin generar a suficiente claridad para llegar a la segunda diana.
Llegado el cronómetro a la media hora, apareció la pausa para hidratación y para repasar el libreto. Se volvió al escenario y los 15 minutos finales del primer acto, al menos en ocasiones, se pintaron de anaranjado. Los pupilos de Agustín «Chochera» Castillo se volcaron y apedrearon el corral de los toros, pero no consiguieron poner la pelota en el fondo de la red e irse al descanso en igualdad de condiciones.
A la vuelta de las duchas los anaranjados intentaron mantener el ímpetu con que cerraron el primer episodio, pero se encontraron con un toro replegado que buscó dar su segunda cornada desde el complemento. En el tramo final del encuentro Chochera Castillo puso la toda la carne en el asador, pero no pudo rescatar ni siquiera el puntito que le permitieran sacar los muebles del brasero.