Desde la tarde del martes unas 35 familias que representan a 96 personas se encuentran en el albergue del distrito municipal de Conchagua, cantón Las Tunas, La Unión, los albergados son residentes del lugar conocido como la Punta del Tamarindo.
Debido a la tormenta tropical Pilar y la proximidad de la comunidad al mar, las casas y terrenos acumularon agua, es así que las autoridades de Protección Civil decidieron realizar una evacuación preventiva.
Entre los evacuados se encuentra Erika Romero, quien está a cargo de sus cuatro hijos y un hermano de 12 años, ella es una de las 50 personas que resultaron lesionadas en el accidente ocurrido el 18 de octubre, cuando volcó un autobús que transportaba miembros de la Iglesia Evangélica Apóstoles y Profetas de El Salvador en El Tamarindo.
Erika decidió evacuar cuando la gobernadora Victoria Gutiérrez llegó al lugar para ayudar a los lugareños, «me dijeron que me saliera, me subieron despacio a un carro y aquí he tenido atención médica porque tengo una fractura en la costilla» dijo.
Los hijos de Erika también han recibido un trato especial al igual que los casi 50 niños que se encuentran en el albergue, «les trajeron diversión, ya tienen un buen rato entretenidos, me gusta porque los atienden bien, no nos miran de menos, tienen una buena atención y nos están apoyando» dijo Erika.
Al albergue llegaron los equipos de Asistencia Técnica de Primera Infancia (ATPI), en coordinación con el Ministerio de Educación, Consejo Nacional de Primera Infancia, Niñez y Adolescencia, y el Instituto Crecer Juntos, liderado por la primera dama, Gabriela de Bukele.
«Con la Bebeteca Móvil hemos traído actividades lúdicas como: canto, baile, cuentos y algunas actividades de desarrollo de motricidad fina y motricidad gruesa… Siempre es importante traer salud mental a los niños y niñas que han sido afectados por la tormenta tropical, ya que eso les ayuda en su desarrollo y olvidar lo que ellos están pasando», comentó Ana Benítez, bibliotecaria de El Tamarindo.
Los adultos también cantaron y colorearon como María Rosario Díaz, de 69 años, quien decidió revisar un pequeño libro, uno de los técnicos que se encontraba en el lugar al notar que la señora no sabía leer no dudo en acercarse y animarle a aprender algunas palabras.
«Estoy con mi hijo y la niña, ayer tipo 4:00 nos evacuaron, yo no quería salirme, pero al ver la situación como estábamos que el agua me llegaba a las rodillas, la casa está dañada, y no había otra que buscar refugio», relata María quien asegura ha recibido una buena atención en el albergue, «nos dieron unas cositas y ahora la comidita, agüita, cafecito, juguito, atol de avena, bueno yo me siento contenta y agradecida con Dios y después con ellos» dijo.
Diferentes instancias del gobierno se han acercado al albergue para garantizar que las personas que ahí se encuentren cuenten con las condiciones necesarias para su estancia hasta el momento que puedan regresar a sus hogares.
Por ejemplo, la Gobernación de La Unión y Conapina, han proporcionado kits de higiene, la alcaldía de Conchagua se ha encargado del proporcional agua y alimentos al igual que gobernación, la seguridad está a cargo de la PNC y Fuerza Armada.