El alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, aseguró que durante las dos administraciones de Norman Quijano existían plazas fantasma y no hizo nada para resolver el problema que minaba las finanzas de la alcaldía.
De esa forma, Muyshondt justificó los despidos que ha hecho en la comuna, pues argumenta que se trata de contrataciones inexistentes, y trasladó el problema a otras administraciones.
Durante la entrevista Debate con Nacho Castillo del pasado 26 de enero, el alcalde expresó que esos puestos de trabajo eran «exempleados, entre comillas, si considerás como exempleados a los que tenían plazas fantasma, que cobraban pero nunca se presentaban a trabajar. A eso estaban acostumbrados».
Luego, Castillo pregunta si las plazas fantasma estaban en las administraciones de Norman Quijano, a lo que tajantamente Muyshondt aseguró: «Sí, de Violeta Menjívar también y de otras alcaldías».
De acuerdo con el jefe de comuna, Norman Quijano permitió las plazas fantasma «por mantener la gobernabilidad [de la comuna y de la ciudad]», lo que al final, para él, fue una extorsión.
Con eso, Muyshondt se escuda en el descrédito que tiene la comuna, según lo señala la última encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la UCA. Según el sondeo, el 32 % de la población advierte «mucha corrupción» en la alcaldía, 33.9 % ve «algo de corrupción» y el 16 % percibe «poca».
El funcionario dijo que la alcaldía de San Salvador ha sido un «nido de corrupción» durante décadas, lo que incluye a su gobierno municipal. Agregó que al mes se pagaban miles de dólares por plazas fantasma, pero que él lo ha ido desmantelando y le ha llevado a conflictos con los trabajadores.
El Iudop también, a escala partidaria, da una amplia ventaja al aspirante a la comuna por Nuevas Ideas, Mario Durán. En esa encuesta coloca como claro ganador a Durán; sin embargo, Muyshondt dice que él, al recorrer la capital, tiene una aprobación del 85 %.