Rebelde, irreverente, carismática y enérgica son algunos de los adjetivos que describen a la perfección a Alejandra Guzmán, «La Reina de Corazones», que durante muchos años ha sido el referente musical de muchas generaciones en México y Latinoamérica.
Nacida el 9 de febrero de 1968, Alejandra Guzmán vino a este mundo heredando un legado de música, talento y arte al ser hija de Silvia Pinal y de la leyenda de rock and roll mexicano, Enrique Guzmán, de quien precisamente tomó el espíritu rebelde y contracorriente que la ha caracterizado desde siempre.
Guzmán incursionó desde su niñez en los escenarios. Además, al ser hija de dos de las figuras más representativas de la farándula mexicana, siempre tuvo reflectores apuntando hacia ella. Desde pequeña tomó clases de música, ballet y jazz. Además, a temprana edad dejó en claro que el talento que lleva en la sangre vibraba intensamente en su espíritu.
Tras varios intentos por incursionar en el mundo artístico y tras iniciar una carrera en la actuación impulsada por su madre, Guzmán logró el gran objetivo que se trazó siempre: la música. En 1988, de la mano del productor Miguel Blasco, produjo su primer disco titulado «Bye Mamá», lanzado un año después. Esta producción fue la que dejó en claro que el talento de Guzmán era evidente, pero, también, el espíritu agresivo y el estilo rebelde.
«Bye Mamá» fue el debut de Guzmán con temas como «La Plaga», canción que Enrique Guzmán popularizó en su juventud y que su hija retomo, colocándola en los primeros lugares de las radios en México. Su primera producción le dejó también el premio como «Revelación del Año» de la música mexicana.
Un año después, en 1990, Guzmán grabaría una de sus canciones más representativas: «Eternamente Bella» la cual popularizó mucho más su carrera y la disparó a un nuevo nivel. Además, grabaría también temas como «Llama por favor» y «Cuidado con el corazón». A raíz de estas producciones, Guzmán realizó su primera gran gira, debutando en la Arena México ante aproximadamente 17,000 personas en un éxito total que se extendió por todo México, Estados Unidos y Centro y Sudamérica.
Para 1991, Guzmán graba un cuarto disco llamado «Flor de Papel», el cual continuó propulsando su carrera hacia las nubes. Con este disco se dieron a conocer canciones como «Reina de corazones» y «Hacer el amor con otro», las cuales forman parte de sus canciones más representativas y de las preferidas de sus fans.
Sin embargo, en ese momento, tuvo que hacer una pausa en su carrera debido al nacimiento de su hija Frida, la cual inspiró uno de sus temas más representativos: «Yo te esperaba».
Dos años después, en 1993, Guzmán grababa «Libre», disco que estuvo en los primeros lugares en las preferencias en países como Estados Unidos, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Venezuela, Perú, Uruguay, Ecuador, Bolivia y España.
Con este disco, Guzmán da paso a temas como «Mala hierba» y «Mírala, míralo», que también son de su repertorio más conocido. A partir de este momento, Guzmán se posiciona como una de las preferidas de la música mexicana y continuó una carrera meteórica que, hasta estos días, no para de cosechar éxitos, discos vendidos y todo el reconocimiento de su público más fiel y varios nuevos seguidores que se ven cautivados por su música.