Con Thomas Müller de nuevo celebrando un gol y Rudi Völler de regreso en el banquillo, Alemania recuperó su esencia y derrotó 2-1 a Francia, este martes en un amistoso en Dortmund, dos días después del despido de Hansi Flick tras caer 4-1 ante Japón.
A nueve meses de la Eurocopa que organizará en 2024 a la Mannschaft se le acaba el tiempo para construir un equipo a la altura de su leyenda.
Völler, antiguo delantero de la selección alemana que ganó el Mundial de 1990 y subcampeón como técnico en Corea y Japón 2002, cambió el traje de director deportivo de la federación (DFB) y se vistió de entrenador interino.
Cuatro derrotas en cinco amistosos en el camino hacia el torneo continental, en el que no juega clasificación por su condición de anfitriona, fueron una losa demasiado grande para Flick, que ya venía tocado del Mundial de Qatar, cuando su equipo no superó la fase de grupos.
Müller, que no era convocado desde la Copa del Mundo, había sido recuperado por Flick en esta ventana internacional. Este martes el jugador que cumplirá 34 años el miércoles alcanzó los 45 goles en 123 partidos al acertar con un remate potente en el minuto 4, culminando una acción por la izquierda de Serge Gnabry y Benjamin Henrichs.
«Es un placer ganar a Francia, pero no debemos sobrevalorar este partido, tenemos un largo camino por delante. Pero ha sido un pequeño momento de liberación emocional», dijo Müller.
La contundencia, de la que carecía un equipo de Flick que además hacía aguas en defensa, capaz de perder contra Bélgica (3-2), Polonia (1-0), Colombia (2-0) y solo ganar a Perú (2-0) desde el último Mundial, parecía recuperada.
Los Bleus, con Kylian Mbappé en el banquillo, se quedaron sonados durante un cuarto de hora, pero Alemania bajó el ritmo y la subcampeona mundial pudo ir entrando en el partido.