Las amenazas son el principal factor para que los niños que han sido víctimas de una violación tengan miedo de decir lo que les sucede, dice Patricia Velasco, psicóloga de la Unidad del Menor y la Mujer de la oficinal fiscal en San Marcos.
«Las amenazas, el miedo a que lo castiguen o que no le crean son algunos factores que limitan para que los niños no digan libremente si han sido víctimas. Esos factores influyen para que los niños no digan lo que les pasa, pero tristemente hay casos que lo dicen a sus padres, pero no les creen o no denuncian y ese es otro problema que puede convertirse hasta en delito por no denunciar y proteger al agresor», explicó la psicóloga.
Velasco asegura que hay patrones conductuales en los niños que permiten detectar un abuso, al identificar que hay cambios recurrentes, dice, es necesario acudir con especialistas.
«Pasar solo encerrado, cambiar de humor, no comer, llorar por cualquier cosa, son algunos indicadores de que hay algún comportamiento anormal», aseguró la especialista.
La confianza entre padres e hijos es esencial y la prevención es necesaria en las familias para evitar se sigan dando más casos de violación.
La Fiscalía General de la República y la Policía Nacional Civil son las dos instituciones a las que víctimas de una violación pueden acudir para interponer una denuncia.