El Gobierno del presidente Nayib Bukele, apegándose a lo que la Constitución mandata, ha recurrido a la implementación de un régimen de excepción para frenar la violencia que por años generaban las pandillas.
Para el analista Dagoberto Gutiérrez, el gobierno estaba en todo el derecho de usar esta medida constitucional para defenderse, y reiteró que existen resultados favorables que demuestran su efectividad.
«El régimen de excepción tiene una naturaleza política tal, que los Gobiernos pueden quitar garantías y derechos para defenderse. Países como Colombia han vivido por mucho tiempo bajo régimen de excepción», mencionó Gutiérrez en el espacio de entrevista Diálogo con Ernesto López.
A criterio del analista, el Gobierno del presidente Nayib Bukele priorizó la seguridad y el bienestar de la población salvadoreña, y por ende optó por implementar estas medidas de seguridad.
«El régimen de excepción es efectivo desde un punto de vista operativo, es un trabajo político-militar. Dentro de una guerra, es congruente seguir prorrogando el régimen porque hay una correlación de fuerzas necesarias, y es congruente con las necesidades operativas. Los jueces necesitan 15 días para construir el expediente de un solo pandillero», detalló Gutiérrez.
También recordó que «mientras el Gobierno (del presidente Nayib Bukele) tiene una guerra contra las pandillas, hay grupos que defienden a esos pandilleros y tienen una guerra contra el gobierno».
Otro elemento que expuso el también vicerrector de la Universidad Luterana Salvadoreña es que los resultados del régimen de excepción son percibidos por la población, y se reflejan en el apoyo al presidente Nayib Bukele.
«El presidente Nayib Bukele tiene popularidad, lo dicen las encuestas, y es popular con la población, porque trabaja por ellos», detalló e hizo referencia a cerrar los espacios donde proliferan estos grupos delincuenciales.
«Recordemos algo: detrás de un pandillero hay familia, y debe darse respuesta. Si no se corta la raíz, en un par de años volveremos a tener pandillas, volveremos a tener una guerra. Este Gobierno debe enfocar la segunda parte de una guerra en la construcción, esas familias deben sumarse a trabajar en algo positivo, y así ya no tener nichos de más pandilleros, el presidente [Nayib] Bukele está atendiendo esas políticas», detalló.
Para Gutiérrez, el discurso que viene desde la oposición política de rechazar y no apoyar el régimen de excepción no es consecuente, ya que el alza de la violencia precisamente obedeció a la poca efectividad de estrategias en seguridad de los gobiernos anteriores, de los partidos ARENA y FMLN.
Actualmente, El Salvador ya contabiliza ocho meses con la implementación del régimen de excepción, mismo que ha dejado alrededor de 58,000 pandilleros detenidos, varias estructuras delictivas desarticuladas, la incautación de vehículos, armas, munición, drogas y dinero, y el control de varios territorios para las fuerzas de seguridad.
La oposición salvadoreña ha mantenido un discurso de bloqueo a la implementación de las medidas de seguridad, y ha negado sus votos en las prórrogas que se han aprobado desde marzo pasado, mientras afirman que los pandilleros «son inocentes».
El 2022 se encamina a cerrar como el año más seguro de la historia, el mes de noviembre cuenta con 15 días sin homicidios, demostrando que hay buenos resultados. Además, ya se contabilizan más de 230 días sin homicidios desde la gestión gubernamental del presidente Bukele.