El 2019 marcó un antes y un después en la historia del país, porque finalizaron tres décadas de gobiernos bipartidistas de ARENA y del FMLN y comenzó una nueva era gubernamental de la mano del presidente Nayib Bukele, que puso fin a la impunidad característica de las anteriores administraciones, afirmaron los sociólogos René Martínez y Mauricio Rodríguez.
Ambos profesionales coincidieron en que ahora, con el Gobierno del presidente Bukele y gracias al trabajo coordinado de las instituciones estatales, se captura casi de inmediato a los delincuentes que cometen fechorías, o a integrantes de pandillas que aún intentan generar zozobra entre la población.
Por ejemplo, en redes sociales circuló en la mañana del 22 de julio pasado un video que mostró a tres sujetos que huían a bordo de un vehículo blanco después de agredir a una comerciante en la playa San Blas, La Libertad Costa.
Ese mismo día, en la noche, la Policía Nacional Civil (PNC) reportó en la red social X la captura de los tres sujetos y acompañó la publicación con la fotografía de estos y el mensaje: «Serán castigados con todo el peso de la ley».
El presidente de la república reaccionó a la publicación de la PNC: «La Policía más efectiva del mundo. Los pocos crímenes que aún se cometen en nuestro país (luego de una reducción del 97 %), son resueltos en menos de 24 horas. Criticar es fácil, hacerlo no».
Ante esto, Martínez valoró que el combate contra la delincuencia terrorista «es el legado» más importante de la primera gestión del presidente Nayib Bukele. En el quinquenio 2019-2024 el Ejecutivo implementó el Plan Control Territorial (PCT) y el estado de excepción para combatir a los pandilleros.
«La garantía de que seguiremos siendo el país más seguro del continente radica en ponerle fin a la impunidad, lo que implica reformas del Código Penal y un trabajo articulado, eficiente y de respuesta inmediata de todas las instituciones del Estado», consideró Martínez.
Actualmente, la comisión de seguridad nacional y justicia de la Asamblea Legislativa estudia un pliego de reformas del Código Penal y el Código Procesal Penal para aumentar los años de cárcel para quienes cometan delitos de mayor incidencia, como robo, hurto y daños.
En el Gobierno del presidente Bukele también se combate la corrupción al llevar a la cárcel a funcionarios y exfuncionarios. Uno de estos casos fue la captura de Cristian Flores, quien en ese momento fungía como comisionado presidencial para Proyectos Estratégicos, detenido por sobornos.
«Este Gobierno tiene una característica muy peculiar y es el hecho de ser intolerante ante el delito, la criminalidad y la corrupción. Observamos también la correcta coordinación que existe entre las instituciones para capturar a quien comete delito. Eso quiere decir que no estamos como en el pasado, frente a un Estado fallido, donde la gente cometía cualquier delito, cualquier fechoría y cualquier acto de intolerancia y no se sancionaba», indicó Martínez.
Además del combate de la corrupción, el Gobierno del presidente Bukele puso fin a los abusos en el transporte público al imponer multas y capturar a conductores peligrosos.
«Ahora todo se está sancionando, tratando de enderezar a la población, tratando de decirle que tiene derechos y deberes y hay sanciones para quienes no quieren entender que estamos frente a un nuevo país», dijo Rodríguez.