Con la puesta en marcha de un moderno laboratorio, los apicultores de la Asociación Cooperativa de Comercialización, Producción, Ahorro y Crédito de Apicultores de Chalatenango (Acopidecha) fortalecen su control de calidad en los procesos de producción de miel.
La cooperativa cuenta con 7,000 colmenas y una producción de 160 toneladas de miel, de la cual el 80 % se vende en los mercados internacionales, incluyendo la Unión Europea.
Esos resultados se deben gracias al subproyecto «Encadenamiento productivo de la miel de abeja para el acceso a nuevos mercados internacionales», una iniciativa financiada por la Cooperación Alemana a través de la Cooperación Financiera KfW, la cual es acompañada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
El apoyo de la Cooperación Alemana también ha contribuido además a la reforestación de 136 hectáreas con plantas apícolas, lo que mejora la producción.
Las mejoras en la planta de producción de miel se deben además a la implementación del Programa de Agrobiodiversidad Indígena y Campesina en Centroamérica, ejecutado por la Asociación Coordinadora Indígena y Campesina de Agroforestería Comunitaria Centroamericana (Acicafoc).
El nuevo laboratorio permitirá elevar la calidad del producto de los cooperativistas, ya que medirá algunos aspectos previos a la cosecha de la miel, por ejemplo, el monitoreo de la diversidad de mieles, de acuerdo con los orígenes florales.
«La División de Inocuidad de Productos de Origen Animal brinda las certificaciones y validaciones de calidad para la exportación. Ningún producto que no sea analizado por muestra Dirección General de Ganadería puede salir del país», aseguró el ministro de Agricultura, Óscar Guardado,
Por su parte, la directora para América Latina y el Caribe del KFW, Claudia Arce, destacó que la miel salvadoreña es de buena calidad. «La miel es un producto muy valorado porque en Europa su consumo es alto, Alemania consume bastante. Los esfuerzos de la gente aquí en la comunidad valen la pena y ellos están logrando mejorar sus procesos», sostuvo.
Para los apicultores, la producción de miel va más allá del consumo de este producto, ya que también hay beneficios ambientales y medicinales.
El MAG, a través de la Unidad de Inocuidad de Productos Apícolas de la Dirección General de Ganadería, será el encargado del monitoreo en el campo y en la planta, para dar cumplimiento al reglamento y normas.