La apreciación del dólar estadounidense, impulsada principalmente por los riesgos financieros globales el año pasado, tuvo mayores repercusiones negativas, sobre todo para la actividad económica y las importaciones, en las economías de mercados emergentes que en las economías desarrolladas, dijo hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su Informe del Sector Externo, la organización financiera señaló que el tipo de cambio efectivo real del dólar aumentó un 8.3 % en 2022 para llegar a su nivel más alto en dos décadas, en medio de una serie de aumentos de la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal (Fed) destinados a frenar la inflación y los elevados precios mundiales de las materias primas.
Los efectos secundarios negativos de la apreciación del dólar cayeron desproporcionadamente sobre los mercados emergentes, mientras que los impactos en las economías avanzadas fueron reducidos y de corta duración, sostuvo el FMI.
En las economías de mercados emergentes, continuó, una apreciación del dólar del 10 %, vinculada a las fuerzas del mercado financiero mundial, reduce el rendimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 1.9 % después de un año, y se espera que este lastre se prolongue durante dos años y medio.
En contraste, los efectos negativos en las economías avanzadas son considerablemente menores, con una reducción de la producción de un máximo del 0.6 % luego de un trimestre y desaparecen en gran medida en un año, agregó.
Muchas economías de mercados emergentes también sufrieron un empeoramiento de la disponibilidad de crédito, una disminución de la entrada de capital, una política monetaria más estricta y mayores caídas en el mercado de valores, puntualizó el FMI.
«Las economías de mercados emergentes y en desarrollo con vulnerabilidades preexistentes, como alta inflación y posiciones externas desalineadas, experimentaron mayores presiones de depreciación, mientras que las economías exportadoras de materias primas se beneficiaron del aumento en los precios de las mismas», explicó.
A través de su informe anual, el FMI también recalcó que la apreciación del dólar tiene un impacto notable en el crecimiento económico mundial, lo que se refleja en la balanza de cuenta corriente mundial, una métrica clave para calcular la suma de los saldos de cuenta corriente absolutos entre países.
La organización financiera recomendó que los países de mercados emergentes avancen hacia tipos de cambio flexibles, mediante el desarrollo de mercados financieros nacionales que reduzcan la sensibilidad de los préstamos a los tipos de cambio, y se comprometan a mejorar los marcos fiscal y monetario, incluida la independencia del banco central, para ayudar a anclar las expectativas de inflación.