El 49º aniversario del golpe de Estado en Chile, que derrocó al socialista Salvador Allende y dio origen a la dictadura de Augusto Pinochet, estuvo marcado el domingo por violentos choques entre manifestantes y policías en Santiago, condenados por el presidente izquierdista Gabriel Boric, cuya aprobación se ha reducido a un 33 %.
«La democracia se construye con diálogo, respetando a quien piensa distinto y nunca con violencia y eso ojalá todos quienes reivindican este día lo entendieran», declaró Boric a periodistas, en un video publicado en su cuenta en Twitter.
«Porque si queremos salir adelante, que no me cabe ninguna duda es la voluntad de la gran y abrumadora mayoría de los chilenos, de volver a encontrarnos, tiene que ser en paz y sin violencia. Y eso es lo que nosotros vamos a hacer desde el gobierno», agregó.
Sin embargo, y de acuerdo con la encuesta Cadem, la desaprobación del presidente chileno alcanza un 60 %, y que su aprobación se encuentra en 33 %.
Por otra parte, cientos de personas participaron en una marcha en la capital chilena para honrar a las víctimas del régimen militar de Pinochet (1973-1990).
Durante el recorrido, desde el palacio presidencial de La Moneda, en el Centro, hasta el Memorial a los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, en el Cementerio General capitalino, grupos aislados de encapuchados se enfrentaron con agentes de la Policía antidisturbios.
Además, se produjeron saqueos a locales comerciales, lanzamientos de cócteles molotov y el incendio de un vehículo municipal, que la policía reprimió con carros lanza-agua y gases lacrimógenos.
Los disturbios prosiguieron entre las tumbas en el Cementerio, mientras los homenajes a las víctimas de la dictadura continuaban entre gases lacrimógenos.