El Gobierno del presidente Nayib Bukele ha triplicado la inversión en la compra de insumos para la entrega de los paquetes agrícolas.
Gracias a que ahora el Ministerio de Hacienda ha destinado más de $50 millones para los paquetes agrícolas —las administraciones del FMLN a regañadientes asignaban $18 millones—, más familias dedicadas al cultivo de la tierra han recibido el beneficio. Muchas de ellas han agradecido haber sido tomadas en cuenta por primera vez, pues en 30 años de mandato de ARENA-FMLN no fueron incluidas.
El paquete agrícola que entrega el Gobierno está valorado en $200 y se distribuirá entre 600,000 familias campesinas. No solo incluye 22 libras de semillas y abono granulado, sino también fertilizante foliar y tratador de semilla, para aumentar el rendimiento del maíz y, de esa forma, lograr una cosecha histórica.
La estrategia gubernamental es lograr aumentar en un 25 % la producción nacional de granos básicos para que El Salvador avance en la meta de conquistar la soberanía alimentaria. Es necesario el apoyo estatal a los productores para paliar el impacto del aumento internacional de los precios de los fertilizantes, impulsado por los fallos en la cadena global de suministros y la crisis geopolítica en Europa.
Por décadas, la vieja clase política desmontó el aparato productivo nacional y desincentivó a los productores agrícolas en favor de las importaciones baratas que les rendían ganancias únicamente a los importadores y a los distribuidores.
Ante la presión social para la entrega de paquetes agrícolas, decidió utilizar el mecanismo como una forma de beneficiar a sus aliados, sin importarle que los verdaderamente necesitados de la ayuda quedaran relegados.
Por esta razón, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ha tenido que hacer una revisión del padrón de beneficiarios para ampliar su impacto entre las familias que requieren el paquete y no habían sido incluidas. De este modo se logró pasar de 300,000 a 600,000 beneficiarios.
Hasta el momento se han entregado 400,000 paquetes y se continúa en la logística de la distribución de los 200,000 restantes.
La recuperación de la capacidad productiva del campo es vital para los planes de desarrollo y despegue económico, de modo que, como nación, podamos tener el margen suficiente de alimentos para sostener a nuestra población e incluso para exportar.
Durante tres años se han sentado las bases y ya se está empezando a cosechar los frutos.