El partido ARENA sigue aferrado a su antigua ideología y forma tradicional de hacer política, y continúa sin cumplir las promesas de renovación interna que han sido ofrecidas por varios de los presidentes del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), luego de que el tricolor perdió el control del Ejecutivo en las elecciones presidenciales de 2009.
Con el triunfo ese año del FMLN en las urnas y la expulsión de Elías Antonio Saca de las filas tricolor, el Coena quedó en manos de Jorge Velado (fallecido en diciembre de 2020), quien en su campaña por el cargo ofreció «abrir el partido», porque no había estado al servicio de la población
No obstante, Norman Quijano, entonces diputado de ARENA en la Asamblea Legislativa —y ahora desaforado como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen)— arremetió públicamente en contra de Velado por incumplir la promesa de un cambio de rumbo y lo señaló de utilizar el tricolor para beneficiar a la cúpula partidaria.
A criterio de Quijano —según consignan publicaciones periodísticas de esa fecha—, Velado le había dado un estilo «presidencialista» al partido, en el sentido de que las decisiones partidarias solo las tomaba él. Según Quijano, esa actuación de Velado ya había provocado malestar generalizado en el partido.
En agosto de 2015, mientras Velado dirigía el Coena, Roberto d’Aubuisson, hijo del fundador del partido de derecha, pidió cambiar la famosa marcha de ARENA que dice que «El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán», como muestra de que el instituto estaba dispuesto a renovarse; sin embargo, su propuesta no fue atendida.
Velado fue sucedido por Mauricio Interiano, quien el 21 de agosto de 2016 escribió en Twitter: «Estamos a pocos días de renovar ARENA. Nuestro partido dará un gran paso de cara al futuro. Llegó la hora de actuar».
Interiano fue ratificado como presidente del Coena en septiembre de 2016, y solo siete meses habían transcurrido de su gestión cuando cinco líderes de la Juventud Republicana Nacionalista (JRN) de ARENA renunciaron luego de haber difundido en redes sociales un comunicado para denunciar la falta de espacios de participación para los jóvenes en el partido y la poca apertura para presentar y escuchar sus propuestas.
Además de estas renuncias, la gestión de Interiano fue señalada por bloquear la candidatura de jóvenes que aspiraban a renovar el partido y competir en las elecciones internas como candidatos a diputados de la Asamblea Legislativa y concejos municipales.
Ese señalamiento lo hicieron los entonces diputados tricolor Juan Valiente y Johnny Wright Sol, ahora presidente y diputado de Nuestro Tiempo, quienes luego renunciaron aduciendo como motivo el bloqueo a la candidatura de Aída Betancourt Simán, aspirante a diputada por la circunscripción de San Salvador.
Luego, bajo la conducción de Interiano, ARENA compitió en las elecciones presidenciales de 2019, pero perdió en contra de Nayib Bukele, ahora presidente de la república. La derrota generó una ola de quejas y volvieron a surgir las voces que pedían renovación. En ese contexto, el diputado David Reyes propuso —al igual que el hijo del fundador del tricolor— que el partido cambiara la letra de su reconocida marcha; no obstante, su iniciativa tampoco fue atendida.
Debido al fracaso en las urnas, la dirigencia inició con sus diputados y alcaldes un proceso de consultas para renovar los estatutos de fundación; sin embargo, la renovación no se concretó porque Interiano renunció el 7 de junio de 2019 por medio de un video que publicó en Twitter.
El cargo fue asumido por el entonces vicepresidente de Ideología de ARENA, Érick Salguero, quien también ofreció renovación, pero renunció en abril de 2022.
Su dimisión ocurrió un año y dos meses después de la derrota electoral en la que ARENA solo obtuvo 14 diputados (ya renunciaron tres) y 35 alcaldes, de los cuales 22 abandonaron ya las filas partidarias entre septiembre de 2021 y enero de 2022. El común denominador es que todos se han quejado de que el partido no es una oposición política constructiva y que no ha cambiado a pesar de las promesas de renovación ofertadas por los dirigentes.
En reacción a las dimisiones, el jefe del grupo parlamentario arenero, René Portillo Cuadra, reconoció a inicios de 2022 que el partido necesita renovarse. Extraoficialmente se conoció que aspiraba a presidir el Coena, pero finalmente no se inscribió como candidato.
Actualmente, y luego de elecciones internas desarrolladas con una aplicación que funciona con internet, la presidencia de ARENA la ganó el exasesor del tricolor Carlos García Saade.
Al igual que sus antecesores, el nuevo presidente también ha ofrecido iniciar la renovación del partido y en declaraciones brindadas recientemente a medios de comunicación ha señalado que ARENA debe convertirse en una oposición «más firme» en la Asamblea Legislativa. Por el momento, el tricolor no ha cambiado ni la letra de su marcha ni sus colores y emblemas.
Tampoco ha dado sus votos para aprobar y prorrogar el régimen de excepción, medida utilizada por el Ejecutivo para combatir a las pandillas.
El coordinador del grupo parlamentario de Nuevas Ideas, Christian Guevara, ha criticado la negativa de los diputados areneros —liderados por García Saade— para combatir a las pandillas, y recordó que miembros de ese instituto político (como Salvador Ruano, Norman Quijano y Ernesto Muyshondt) negociaron con las pandillas a cambio de respaldo electoral.