En casi una década y media, el partido ARENA ha sufrido al menos cuatro cismas, debido a los conflictos internos ocasionados por intereses particulares de la cúpula y de los grupos económicos que lo han financiado, o por inconformidades de diputados, alcaldes, directores y correligionarios con la manera en que el Consejo Ejecutivo Nacional (Coena) dirige el instituto.
Por ejemplo, en 2009, después de haber gobernado el país por 20 años, producto de su primera derrota presidencial, el grupo legislativo de ARENA se dividió y 12 diputados disidentes conformaron la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA). Formalmente se constituyó como partido —según la escritura pública— el 16 de enero de 2010 y compitió por primera vez en las elecciones de 2012.
Entre los diputados salientes figuraba Guillermo Gallegos, quien días antes había sido el jefe de la bancada tricolor. Otros de los diputados que abandonaron las filas areneras fueron Guadalupe Vásquez y Mario Tenorio, excoordinador y exsubcoordinador respectivamente de la fracción naranja en la legislatura 2018-2021. Ambos no fueron reelectos por los votantes para el período 2021-2024.
Elías Antonio Saca, último presidente de la república con el partido ARENA, fue expulsado por el Coena, encabezado por Félix Alfredo Cristiani, luego de la derrota electoral en las presidenciales de 2009. Años más tarde, Saca fue condenado penalmente por actos de corrupción en su Gobierno (2004-2009) y actualmente está preso.
En las elecciones de 2012, el partido tricolor obtuvo 33 diputados. Sin embargo, cuatro de ellos —-incluido Sigifredo Ochoa Pérez— abandonaron las filas un año después por diferencias debido a la falta de liderazgo. En ese entonces el Coena estaba dirigido por Jorge Velado, quien años más tarde aceptó que el tricolor se benefició de $10 millones donados por Taiwán para ayudar a las víctimas de los terremotos de 2001.
El 22 de agosto pasado, el presidente interino del Coena, Carlos García Saade, respondió al periodista que conduce la entrevista Encuentro TVX que está «completamente de acuerdo» con que los actos de corrupción cometidos por sus dirigentes han golpeado al partido ARENA.
A la renuncia de los cuatro diputados del tricolor se sumó Claudia Ramírez. Los cinco disidentes conformaron el grupo parlamentario Unidos por El Salvador.
Por mandato del Reglamento Interior de la Asamblea Legislativa (RIAL) fueron reconocidos como bancada en la Asamblea Legislativa y la junta directiva les asignó espacios físicos para que desarrollaran sus actividades parlamentarias.
En la elección de 2015 el partido tradicional de derecha obtuvo 32 diputados. En ese entonces, el tricolor todavía era presidido por Jorge Velado. Aunque la fracción no se dividió en dicha legislatura, las diputadas Karla Hernández, Alejandrina Castro y Patricia Valdivieso se quejaron públicamente de la falta de apertura para permitir la participación de las mujeres y jóvenes y para renovar el instituto.
La falta de espacios de participación y renovación en el interior también generó que cuatro diputados de la legislatura 2018-2021 (Milena Mayorga, Gustavo Escalante, Arturo Magaña y Felissa Cristales) se distanciaran de la bancada.
El Coena, dirigido por Mauricio Interiano, emplazó en 2019 a los cuatro legisladores y el Tribunal de Primera Instancia abrió un proceso de expulsión por sus críticas a la dirigencia y por endosar su respaldo a las iniciativas de ley del ya elegido presidente de la república Nayib Bukele.
En julio de 2020, Mayorga denunció que el Coena bloqueó su propuesta de ley en la Asamblea Legislativa que estaba encaminada a reducir el uso de bolsas plásticas en el país. Según la ahora embajadora de El Salvador en Estados Unidos, su iniciativa fue entrampada porque afectaba intereses económicos de miembros del partido ARENA que tenían inversiones en el rubro de los plásticos.
Los cuatro legisladores denunciaron que el proceso sancionatorio que inició el Tribunal de Primera Instancia era una estrategia para inhabilitarlos de competir por la reelección para la legislatura 2021-2024. Mayorga y Cristales se declararon diputadas independientes y en esa calidad concluyeron sus períodos, mientras que Escalante y Magaña renunciaron al tricolor después de que concluyó la legislatura.
El último cisma en ARENA comenzó luego de la gran derrota electoral infligida por los votantes el 28 de febrero de 2021. El partido pasó de tener 37 diputados a 14 para el período 2021-2024. Desde septiembre de 2021 han renunciado al tricolor tres diputados propietarios y seis suplentes. Formalmente solo tiene 10 diputados, porque Margarita Escobar abandonó el cargo.
También han renunciado 22 de los 35 alcaldes que ganaron en las elecciones del año pasado, entre ellos, Mauricio Vilanova, quien desde 2001 gobernó con la bandera tricolor en San José Guayabal, Cuscatlán. El partido también ha perdido sus bastiones en San Juan Tepezontes (La Paz) y Yamabal (Morazán), gobernados durante 27 y 18 años, respectivamente.
Los tres diputados y los 22 alcaldes disidentes —que argumentaron abandono y falta de liderazgo del entonces presidente del Coena, Érick Salguero— participaron en junio pasado en el lanzamiento del movimiento Poder Ciudadano, que aspira a constituirse en partido político y competir en las elecciones generales de 2024.