Los dos partidos que decían ser acérrimos rivales políticos entre sí, ARENA y el FMLN, terminan uniéndose más en su discurso de crítica a las estrategias de seguridad que implementa el Gobierno, que están dejando resultados históricos, sin importarles que para ello tengan que defender abiertamente a los criminales o ignorar los evidentes avances en favor de la tranquilidad de la población salvadoreña.
El partido tricolor, que negoció con las pandillas a cambio de votos, dice que está preocupado por la gran cantidad de delincuentes que han sido capturados con el régimen de excepción, que fue aprobado en marzo pasado a solicitud del Ejecutivo y prorrogado ya siete veces.
Datos oficiales indican que poco más de 55,800 criminales y colaboradores están tras las rejas, cifra que el presidente de ARENA, Carlos García Saade, dice que le preocupa, según expuso ayer en la entrevista de Radio Sonora, agregando que el problema de las pandillas no es de seguridad, sino de aspectos sociales.
«Esa es la bomba social que se nos viene, y los salvadoreños ya comienzan a verlo, porque saben que el régimen [de excepción] es algo temporal, y que no va a venir a resolver un problema de seguridad. Más que de seguridad, es un problema social», aseveró.
Fue durante los cuatro gobiernos areneros que el fenómeno de las pandillas nació, se fortaleció y mutó, sin ser atendido debidamente.
Todas las estrategias lanzadas para supuestamente combatirlas fracasaron.
«Es un problema donde no hay cultura familiar, donde hay un montón de odio en la sociedad, donde hay mucha discriminación aún, donde ahora existe un temor por parte de los salvadoreños. ¿Qué va a pasar con todo eso? Eso es lo que los salvadoreños empiezan a ver. Eso es lo que nosotros como ARENA estamos viendo. ¿Qué va a pasar con tanto salvadoreño capturado y sus familias?», sostuvo Saade.
Por su parte, la diputada del FMLN Marleni Funes aseguró que las autoridades de seguridad no han hecho capturas de pandilleros.
«Hasta ahora no hemos visto ningún operativo policial que vaya a capturar a los pandilleros», fue su comentario.
Ninguno de los diputados del partido rojo ha dado sus votos para prorrogar el régimen de excepción, medida constitucional cuyos resultados contradicen el discurso de la legisladora de izquierda.
Tanto a autoridades y miembros de ARENA y del FMLN se les señala, con base en investigaciones fiscales y judiciales, de haber sostenido acercamientos con grupos terroristas para negociar acuerdos y treguas, hasta pactar el asesinato de salvadoreños día a día.
Sus críticas se incrementan a pocos días de conocerse que en las próximas elecciones podrían desaparecer.