El representante de la iglesia católica en El Salvador se refirió esta mañana a la elección de la nueva procuradora de derechos humanos, Raquel Caballero de Guevara, y a los casos de la población afectada por los crímenes cometidos por las pandillas. El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, dijo en primer lugar que aprueba a la gestión de la nueva titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) por considerar que la funcionaria tiene la capacidad de defender a todas las víctimas.
Además, agregó que la nueva procuradora goza de libertades para ejercer su deber de protección a las personas afectadas por los terroristas, teniendo en cuenta la primera reunión que ya realizó para escuchar a víctimas y familiares de pandilleros. El pasado viernes, Raquel Caballero de Guevara se reunió con familiares de víctimas de crímenes cometidos por las pandillas. La reunión fue considerada como el primer paso para poner al centro a las víctimas de los criminales y velar por sus derechos humanos.
«La procuradora de los derechos humanos es una figura muy importante. Ojalá cuando se creó esta figura se le hubiera dado más autoridad y no solamente carácter moral, pero de todas maneras es importante su autoridad para que se garantice el derecho de los salvadoreños, los derechos humanos», arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas.
Por otra parte, el arzobispo se mostró a favor de que la nueva Asamblea Legislativa aprobara el voto en el exterior que hará posible que la diáspora pueda emitir el sufragio, por primera vez en la historia, a partir de las elecciones de 2024.
«Es una deuda que se tiene y que bueno que se haya aprobado ya una ley que les permita a participar en algo a lo que tienen derecho. Se ha venido hablando tanto pero no se lograba y ellos tenían que viajar para venir a votar, eso no es posible en el siglo XXI», expreso el azobispo.
Finalmente, mostró su preocupación sobre que Estados Unidos mantenga vigente el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que beneficia a casi 200,000 salvadoreños para que puedan trabajar de manera legal en es país con esa medida.
«Pedir al Gobierno de EE. UU. que mantenga ese programa a nuestros connacionales, porque muchos lo necesitan y lo necesitamos todos. Es una situación para ellos muy importante, muy grave, y para la nación también. Sería muy triste que nos quiten ese favor que nos han hecho del TPS» concluyó.