El arzobispado de Dublin autorizó a los sacerdotes a reanudar las comuniones y confirmaciones, desafiando las directrices del gobierno para detener la pandemia viral.
En una carta a cuya copia tuvo acceso la AFP, el arzobispo Dermot Farrell indicó a los sacerdotes de la archidiócesis de Dublín que las ceremonias pueden realizarse «si las consideran seguras».
Las orientaciones del gobierno afirman actualmente que «se aconseja» que tales ceremonias religiosas «no tengan lugar en este momento».
El enfrentamiento entre la Iglesia y el Estado lleva días gestándose. El viernes, el primer ministro, Micheal Martin, advirtió a los líderes religiosos que no debían desafiar los controles del coronavirus, que se están reduciendo gradualmente.
«No apruebo ningún incumplimiento unilateral de las normas, venga de donde venga», dijo a los periodistas. Agregó que la única motivación del gobierno era «proteger la salud de la gente» y «eso debería aceptarse de buena fe».
Sin embargo, en su carta, enviada el martes, Farrell subrayó que las directrices actuales son «desconcertantes», dada la relajación de las restricciones a la vida cívica y los eventos deportivos.
«Muchos han llegado a la conclusión de que, en ausencia de una justificación adecuada, estas directivas son discriminatorias», decía la misiva.
Farrell destacó que los cuatro arzobispos de la isla de Irlanda escribieron una carta a Martin la semana pasada, en la que indicaban que las ceremonias «podrían reanudarse en algunas parroquias a partir de mediados de agosto».
«Es muy lamentable que no haya habido ningún compromiso con los representantes de la Iglesia en relación con la revisión de las directrices de salud pública», añadió.