La Asamblea Legislativa inició ayer el debido proceso para eliminar la deuda política, que es la asignación de recursos por parte del Estado a los partidos políticos para el financiamiento de sus campañas electorales. El primer paso fue ratificar una reforma al inciso segundo del artículo 248 de la Constitución de la República.
Dicho articulado establece el mecanismo para hacer reformas constitucionales, que con la ratificación aprobada ayer será más eficiente, pues una misma legislatura podrá completar el proceso legal de modificación a la Carta Magna, como lo concerniente al financiamiento de los institutos políticos con recursos públicos.
La eliminación de la deuda política adquirió relevancia luego de que el presidente de la república, Nayib Bukele, señaló que estaba de acuerdo con dicha medida y agregó que existen formas para recaudar fondos, como lo ha hecho Nuevas Ideas, partido que ingresó en la sesión plenaria de ayer la iniciativa de ratificación de la reforma del artículo 248.
«Prometimos eliminar la deuda política. La gente nos reclamó que aún no habíamos cumplido la promesa. Nos tardamos un poco, pero escuchamos al pueblo y este día estamos cumpliendo», escribió el presidente Nayib Bukele en X.
El jefe de la bancada cian, Christian Guevara, indicó en la misma red social que la ratificación de la reforma constitucional va encaminada a eliminar la deuda política contemplada en el artículo 210 de la Constitución, que reza: «El Estado reconoce la deuda política como un mecanismo de financiamiento para los partidos políticos contendientes, encaminado a promover su libertad e independencia. La ley secundaria regulará lo referente a esta materia».
Caleb Navarro, subjefe de la bancada cian, explicó que «sin la ratificación del artículo 248 no se puede eliminar la deuda política…, solo se quedaría en politiquería, se quedaría en un discurso vacío y solo».
De hecho, tras ratificarse la reforma, Guevara tuiteó: «La oposición votó en contra de eliminar la deuda política, pero ahí andaba de medio en medio diciendo lo contrario. Así la doble moral».
Registros oficiales indican que los institutos ARENA y FMLN recibieron entre 2012 y 2018 $58 millones en concepto de deuda política para sus campañas presidenciales, de concejos municipales y diputados.
Para los analistas políticos Nelson Flores y René Martínez el mecanismo de financiamiento público de los partidos políticos para campañas electorales favoreció en el pasado el cometimiento de actos de corrupción.
«La deuda política ha sido usada históricamente para fomentar la corrupción en las dirigencias de los partidos y no para financiar democráticamente las campañas electorales, ni para impulsar capacitaciones políticas en el interior de dichos partidos», consideró Martínez.
Marcela Villatoro, diputada de ARENA, aseguró recientemente en una entrevista que su partido nunca le ha dado dinero de la deuda política para financiar su campaña electoral.
Lo mismo ha afirmado Joel Sánchez, excandidato presidencial tricolor en 2024, afirmando que todos los gastos —incluso los fondos para la campaña de algunos candidatos a diputados por ARENA— corrieron por su cuenta.
A criterio de Martínez, la decisión de eliminar la deuda política es un acto de racionalidad financiera del Estado y radicalidad democrática porque ya no serán erogados fondos públicos para los partidos, que son entidades privadas.
«Esos millones de dólares que los partidos han recibido en concepto de deuda política no se han traducido en beneficio para la población; lejos de eso, han servido para enquistar élites vitalicias al frente de dichos partidos», dijo.
Flores, quien también es experto en administración pública, concordó en que el común denominador en el uso de la deuda política fue la corrupción y la falta de transparencia. «Fue más un negocio para sostener cúpulas y corromper a funcionarios, manejando el dinero sin ninguna transparencia.
«Fue más un negocio para sostener cúpulas y corromper a funcionarios, manejando el dinero sin ninguna transparencia. La premisa que justificaba la deuda política era evitar que grupos fuera de la ley financiaran a políticos para después devolverles los favores, pero al final siempre lo hicieron», señaló Flores.