«Mira lo que se avecina a la vuelta de la esquina viene Diego rumbeando». Ese era el inicio de la canción que se convirtió en la más sonada de 2002 en todas las radios de Europa, América y el mundo, gracias a su coro y su coreografía tan peculiares.
Este 2022, se cumplen dos décadas del recordado «Aserejé», el único éxito musical del trío español «Las Ketchup», una canción que sigue clavada en el recuerdo de la juventud de aquella época y que quedó marcada por la sombra del satanismo, el plagio y el efímero éxito de sus intérpretes.
La canción fue lanzada en 2002 en el álbum «Las Hijas del Tomate», del trío «Las Ketchup», integrado por Pilar, Lola y Lucía Muñoz, todas ellas hijas de Juan Muñoz, guitarrista conocido como «El Tomate» , y rápidamente se pegó en la mente del público mundial, en parte, gracias a la coreografía que acompañaba al coro de la canción.
Sin embargo, al poco tiempo de salir al aire, muchos grupos religiosos aseguraron que el coro del tema incitaba al satanismo y se trataba de una invocación ritualista. «Aserjé, ja deje tejebe tude jebere. Sebiunouba majabi an de bugui an de buididipí…», decía el estribillo principal que era cantado por millones de jóvenes a inicios de los 2000.
El argumento religioso era que el vocablo «Aserejé» era una contracción de la frase: «A (un) ser herejé», y que el resto del coro era una invocación ritualista de corte satánico. El mito no hizo más que reforzar la canción, cuya letra también era señalada de satánica por hacer referencias a cánticos de medianoche y a un sujeto que baila dichas melodías.
A lo largo de estos 20 años, las tres intérpretes han reiterado que nunca tuvieron contacto con rituales satánicos ni influencia de los mismos y que el estribillo de la canción corresponde a un ingenio creativo para darle sabor y ritmo.
Sin embargo, acá entra también otro de los señalamientos que se hicieron a esta canción: un posible plagio. La canción «Rapper’s Delight», de la agrupación The Sugar Hill Gang posee una similitud fonética, pero a una velocidad menor, lo que llevó a Las Ketchup a varios cuestionamientos sobre la autenticidad de la canción.
Pese a todo ello, Aserejé siguió siendo la reina de las canciones en 2002 y se mantuvo así por varios años más, sobre todo, impulsada por la influencia que en los 90 dejaron artistas españoles como Los Del Río, con «La Macarna», y en los 80 los Gipsy Kings, con «Volare», las cuales llevaban el estilo particular de las regiones ibéricas.
Ahora, en 2022, Aserejé cumple 20 años no solo de ser el himno de toda una generación, sino de ser también el único éxito musical de Las Ketchup, cuyas carreras musicales no dieron mayores frutos y pasaron a desaparecer progresivamente.