Hace dos años, la vida de Elena Yanira Alfaro, de 56 años, cambió de forma radical, pues le descubrieron cáncer de mama a pesar de que no presentaba ningún síntoma. Alfaro es abogada y trabaja en el sector público del país. Ella comentó que cada año se hacía la mamografía, pero debido a la pandemia detuvo los exámenes, ya que quería evitar el riesgo de contagio de la COVID-19.
Retomó los exámenes en 2022, pero en esa ocasión los médicos identificaron anomalías, por lo que fue remitida al Hospital 1.º de Mayo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) para someterse a exámenes especializados. Luego la enviaron al Hospital de Oncología del ISSS, donde les hicieron una biopsia a los tejidos e identificaron el cáncer en su seno derecho.
Cuando le dieron la noticia, le advirtieron que le harían una mastectomía (cirugía para extirpar el tejido mamario), ya que el cáncer se había expandido. «No tuve ningún síntoma, fue algo silencioso. Para mí fue impactante porque nunca me sentía alguna masa irregular. Cuando me lo encontraron me dijeron que estaba en una etapa inicial, pero cuando hicieron la cirugía vieron que se había expandido más, por lo que me retiraron el seno completo», indicó Alfaro.
Ese mismo año le hicieron la mastectomía en el seno derecho y estuvo incapacitada 45 días. En la recuperación de su operación contó con una red de apoyo integrada por su familia, sus dos hijos, las amigas del colegio y los compañeros del trabajo. Para Elena, lo más incómodo de este proceso fue el drenaje quirúrgico, que es un tubo fino pequeño que se inserta en la piel después de una cirugía para ayudar a retirar el exceso de líquido, como sangre y pus, y evitar que se quede acumulado en la zona que ha sido
operada.
«Es bien impactante cuando le dan la noticia del cáncer. Para mí fue un momento horrible, me llamaron al trabajo y me dijeron que los exámenes estaban mal. El otro momento impactante es cuando le retiran la venda de la operación y se ve por primera vez. Después de dos años aún es impactante verme en el espejo después de la cirugía», detalló la abogada.
En el ámbito laboral, contó con el apoyo de su jefe para asistir a las consultas y durante la operación. Actualmente acude a consultas rutinarias donde le hacen las pruebas de cáncer, pero hasta la fecha todas han resultado negativas.
Elena hizo un llamado para que todos sean empáticos con las personas que tienen cáncer, ya que es un proceso complejo y que puede afectar la estabilidad emocional.
«Es un proceso doloroso e impactante para todas. Hay gente que me ha dicho que solo es un músculo el que me quitaron, que no es para tanto; pero solo las que lo hemos vivido y nos vemos todos los días en el espejo sabemos lo difícil que es sobrellevar este proceso», concluyó.