Desde que se implementó el Plan Control Territorial, la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget) y la Dirección de Centros Penales formaron un equipo para erradicar la señal para telefonía celular que había en centros penales.
Manuel Aguilar, superintendente de la Siget, dice que ambas instituciones trabajaron con los 4 operadores de red en el país para colocar bloqueadores de red y se adquirió un sistema de monitoreo remoto.
«Antes la Siget lo que hacía para revisar que hubiese señal en centros penales era que tenían dos mochilas con detectores que determinaban si había señal de voz y datos, estas eran manipuladas por un ingeniero que tenía que entrar al penal para verificar. Pero tenemos más de 20 cárceles era difícil controlar solo con esas dos mochilas», explicó recientemente Manuel Aguilar, superintendente de la Siget.
«La verificación la hacía un ingeniero, por ejemplo, llegaba a las 11:00 a.m. a verificar si no había señal, pero una hora más tarde, cuando él se iba, ya tipo 12:00 no sabían si seguían sin señal en el penal. Nosotros sabíamos que existe una forma más eficaz de monitoreo para que supiéramos si había señal», añadió.
Las autoridades de la Siget aseguran que el sistema de bloqueo continuo que se instaló puede detectar segundo a segundo, en cada centímetro del centro penal si hay señal o no. «Este sistema lo donaron los operadores a petición del Gobierno y se hizo la compra que costó alrededor de $10 millones y está trabajando al 100% las 24 horas», detalló Aguilar.
La eficacia del sistema permite detectar incluso si existe un dispositivo dentro del penal, dónde está, hasta en qué celda. «Hasta el momento no hemos encontrado ninguno, es decir, que Centros Penales no deja entrar ningún ilícito», dice el superintendente.
En Gobiernos anteriores, que hasta negociaron con pandillas, era recurrente que los reos pandilleros giraran instrucciones para el cometimiento de delitos, principalmente homicidios y extorsiones, «a estos gobiernos que hubiese señal era algo que no les interesaba solucionar» mencionó Aguilar.
Cortar la comunicación desde el interior de los centros penitenciarios fue uno de los primeros lineamientos dados por el presidente Bukele como parte del Plan Control Territorial para evitar que continuaran saliendo dichas órdenes desde las celdas.
El funcionario ejemplificó que «un pandillero podría hacer más de 10,000 intentos y no podrá hacer ninguna llamada ni nada, es imposible. Este sistema es sumamente útil en cualquier centímetro de la cárcel. Si un pandillero tiene un celular, el sistema permite saberlo y el perímetro de dónde está».
Durante los gobiernos anteriores, los informes de inteligencia policial revelaban que mensualmente ingresaban a las cárceles entre $700,000 a $800,000 mensuales procedentes del pago de la extorsión por parte de los comerciantes y transportistas que se convertían en víctimas de pandillas.
Eso significaba el ingreso de $8.4 millones anuales, cantidad que supera los presupuestos asignados a algunas carteras de Estado, que promueven el beneficio de la población salvadoreña.
«Hoy, podemos destacar fuertemente que existe un bloqueo irrestricto de la señal en los penales; y son verdaderos centros de corrección con una condena efectiva, con todo este apoyo de la Policía y la Fuerza Armada», ha dicho el director de Centros Penales, Osiris Luna.