Las autoridades de Salud de El Salvador han reiterado la importancia de no relajar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad para evitar los contagios. Según han indicado, el país es un referente en la región por el acelerado ritmo de vacunación anti-COVID-19; sin embargo, el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad es igual de importante para lograr una disminución de los casos.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, enfatizó en la importancia de usar la mascarilla correctamente, lavarse las manos con frecuencia y mantener la distancia social. También hizo la invitación a la población para que acuda a vacunarse, porque ya se habilitó la mayoría de los grupos etarios correspondientes.
«Las personas que están falleciendo en este momento pertenecen a grupos etarios que ya deberían haber sido vacunadas, pero no lo hicieron. Por eso le pedimos que acuda a vacunarse porque va a estar protegido (…) usted puede llegar a ser parte de estas estadísticas de letalidad si no lo hace», aseguró el funcionario.
Hasta el 9 de julio, el sitio oficial de la COVID-19 del Gobierno de El Salvador registraba un total de 80,932 casos confirmados desde que inició la pandemia. De esos, 4,538 se mantienen activos, es decir, tienen la infección actualmente. El estado de dichos pacientes es que 66 se encuentran críticos, 175 graves, 1,281 moderados, 1,426 estables, y 1,590 asintomáticos.
Según las estadísticas del Ministerio de Salud, el 80 % de todos los casos positivos puede ser asintomático y no generar problemas, el otro 20 % va a tener sintomatología y, de éste, un 5 % va a requerir hospitalización.
Para detectar los casos de COVID-19, el Ministerio de Salud y el Equipo Interdisciplinario de Contención Epidemiológica (EICE) desarrollan tamizajes comunitarios todos los días en diferentes municipios del país.