Durante la presentación de los dos pandilleros implicados en la desaparición de los hermanos Guerrero Toledo, tanto el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro como el Fiscal General de la República, Rodolfo Delgado aseguraron que el tema de desaparecidos es un delito que viene a la baja.
«En el 2017 hubo 1,493 casos de desaparecidos. Entre el 2017 y el 2021 hemos tenido una reducción de más del 60%, lo que quiere decir que no estamos en un escenario como el que están planteando algunos poderes facticos que reflejan su desamor a El Salvador a través de algunos medios de comunicación», indicó Villatoro.
Añadió que entre el 2017 y el 2021 más del 70% de los casos se concentraron en cinco departamentos San Salvador, La Libertad, San Miguel, Sonsonate y Santa Ana.
En 2016, bajo el gobierno de Sánchez Cerén hubo 3,859 desaparecidos y además 6,656 homicidios, lo que empujó al país a ser el «más peligroso del mundo».
«En los gobiernos del FMLN trataron de desarticular toda la capacidad de investigaciones de la Policía, sin embargo, con mucha autoridad quiero decirles que no lo lograron y que estamos reviviendo de las cenizas y estamos fortaleciendo ese trabajo de investigación, prueba de ello es este caso», apuntó Villatoro.
Por su parte, Delgado enfatizó que tanto el delito de desaparición de personas como en el de homicidio ya no forman parte de los delitos más cometidos a nivel nacional. «En lo que va del año, ni la desaparición de personas, ni los homicidios aparecen dentro del top 20 de los delitos más cometidos en el país», informó Delgado.
Los datos oficiales de la Fiscalía reflejan que entre el 2014 y el 2019 antes de la entrada en vigencia de la reforma que creo el delito de la desaparición forzada de personas se reportaron 21,771 avisos de personas desaparecidas. «En el 2020 y 2021 la situación cambió radicalmente, de cada tres denuncias, solo una constituye el delito de desaparición forzada de personas», indicó Delgado.