La autoridad sanitaria de Estados Unidos declaró este martes 27 de abril que las personas vacunadas contra la COVID-19 que hayan completado el periodo de inmunización pueden estar en espacios exteriores sin mascarilla, salvo si están entre una multitud, dando una señal de progresivo retorno a la normalidad.
La recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estipula además que las personas vacunadas pueden comer, caminar o asistir a pequeñas reuniones sociales en exteriores sin utilizar mascarilla.
«En cambio continuamos recomendando el porte de mascarilla en actividades y en lugares muy frecuentados, como los estadios llenos o los conciertos», indicó la directora de los CDC, Rochelle Walensky.
La experta justificó esta decisión ya que en estas situaciones puede haber personas no vacunadas y que tengan alguna comorbilidad que las haga susceptibles de desarrollar complicaciones, si se contagian de este virus respiratorio.
El organismo enfatizó que este relajamiento de las directivas sólo se aplica a personas que han recibido las dos dosis de las vacunas que requieren un refuerzo o una del compuesto de una inoculación y que han adquirido la inmunidad pasadas dos semanas.
«Si usted está completamente vacunado, puede comenzar a hacer muchas cosas que había dejado de hacer por la pandemia», resumió el organismo.
95,8 millones de vacunados
En Estados Unidos -donde han muerto más de 569.000 personas por la pandemia- al menos 95,8 millones de personas han recibido las dos dosis necesarias de las vacunas de Pfizer/BioNtech y Moderna o la inoculación de una sola dosis de Johnson & Johnson, lo que corresponde a un 30% de la población.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, resumió la situación diciendo que la conclusión es «clara».
«Si usted está vacunado puede hacer más cosas, de una forma más segura, tanto en exteriores como espacios cerrados», indicó en un discurso en el que celebró el «impresionante» progreso del país en la batalla contra la COVID-19.
Sin embargo, el entusiasmo inicial por vacunarse ha languidecido, pero los casos de COVID-19 están en baja.
Biden destacó el relajamiento de las recomendaciones en un llamado a la vacunación.
«Para los que todavía no se hayan vacunado, especialmente los jóvenes o quienes piensan que no lo necesitan, esta es otra razón para vacunarse. Ahora», indicó.
Los CDC comenzaron a recomendar a todos los estadounidenses -incluyendo a la población sana- el porte de mascarillas a principios de abril de 2020.
Sin embargo, las reglas varían según cada estado. En este sentido, se espera que cada administración local adapte sus normativas en función de estas nuevas recomendaciones.
Este martes, el gobernador de Massachusetts anunció que levantaba la obligación de portar mascarilla en el exterior cuando sea posible mantener un distanciamiento.
Un tema politizado
En Estados Unidos el porte de mascarilla es un tema muy politizado ya que los conservadores -atizados por el exmandatario republicano Donald Trump- consideran que es un atentado a su libertad individual.
En cambio, los progresistas lo ven como una forma de mostrar su solidaridad en tiempos de crisis y una forma de exhibir que se toman en serio la pandemia.
Actualmente, el consenso de los expertos estima que el contagio de la COVID-19 se produce mayoritariamente por vía aérea por las gotas de saliva que quedan en suspensión cuando una persona tose o estornuda, pero que también pueden ser emitidas hablando, gritando o cantando.
Por este motivo, al estar en un espacio cerrado hay más riesgo si no hay una ventilación adecuada.
En cambio, al exterior el aire circula y el riesgo de que una persona respire una concentración de virus es más baja, por ejemplo, en el caso de pasar caminando al lado de un contagiado.
Hay varios estudios que sustentan esta tesis y que muestran que la gran mayoría de los contagios se producen cuando una persona está en contacto con un infectado en un espacio cerrado.