La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, insistió en el “preocupante y acelerado deterioro de la situación de derechos humanos” en Nicaragua.
Una crisis que, a su parecer, se ha agudizado en los últimos tiempos a medida que se acercan las elecciones previstas para el 7 de noviembre que han generado una gran desconfianza entre los países de la comunidad internacional al no haber una reforma electoral que garantice un proceso “justo y transparente”.
“Esto aleja la posibilidad de que los y las nicaragüenses puedan ejercer plenamente sus derechos políticos”, manifestó Bachelet durante la 47ª sesión del Consejo de Derechos Humanos celebrada este martes en Ginebra (Suiza).
La Oficina de las Naciones Unidas (ONU) encargada de velar por los derechos humanos lleva más de tres años “analizando en profundidad” la crisis sociopolítica que hay en el país presidido por Daniel Ortega. A pesar de las insistentes recomendaciones que se han hecho por parte de la comunidad internacional, como la ONU o la Organización de Estados Americanos (OEA), el ejecutivo nicaragüense ha hecho caso omiso, según advirtió Bachelet.