El empréstito se trata de un fondo dual verde por un monto total de $875 millones, el cual tendrá un plazo de 20 años, con periodo de gracia y una tasa de interés anual por debajo de la existente en el mercado financiero.
El «Fondo Verde del Clima» se divide en dos financiamientos, uno por $500 millones y otro por $375 millones.
El primero será utilizado para proyectos de carácter social, pero con el componente verde, y al que pueden participar tanto las inversiones privadas como públicas.
En el segundo caso está dirigido para proyectos estructurales, que deben ser ejecutados por microempresarios, pero siempre relacionados en favor del medio ambiente.
«El préstamo está dividido en dos tipologías una de $375 millones para proyectos medioambientales, y el segundo de $500 millones que se enfoca para proyecto sociales. Cualquier empresario o microempresario puede participar con su proyecto, claro que este para ser clasificable debe contar con el componente verde», explicó el director del BCIE El Salvador, Luis Rodríguez.
Según el alto ejecutivo, El Salvador tiene la oportunidad de despegar con su economía en otras áreas que son inusuales para la aplicación de préstamos.
En la región es el primer empréstito de esta índole, en el caso concreto que el tipo de proyecto contempla el acompañamiento técnico como el financiamiento.
Algunas inversiones sociales que son aplicables para la categoría de los $500 millones son por ejemplo proyectos de agua potable en la zona de Surf City, la modernización del agro, proyectos para el despegue del café y temas de reforestaciones en los que pueden intervenir entes públicos como privados.
«Aquí podrían aplicar los Asocios Públicos Privados (APP), empresa privada o de inversión pública, aquí dependerá de cómo se presente el proyecto al banco para acceder a los fondos», añadió Rodríguez.
Por su parte, el presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, acotó que el financiamiento de los fondos verdes se realiza como un apoyo a la región en temas de cambio climático, por lo tanto, todos los proyectos que quieran aplicar a los recursos deben de incluir la parte amigable en su planteamiento.
«Invitamos a inversionistas del sector público y privado, a presentar sus proyectos de desarrollo sostenible, incluyendo iniciativas de movilidad eléctrica, agua y saneamiento, energía renovable, entre otros, para acceder a los fondos», dijo Mossi.
Una iniciativa que podría ser aplicable a los fondos reembolsables para el desarrollo de su proyecto puede ser de un taxista que quiera adquirir un vehículo eléctrico para trabajar.
La operación de los fondos verdes tendrá que pasar por las fases de ratificación en la Asamblea Legislativa, para que este pueda iniciar con los primeros desembolsos para los salvadoreños.