Cerca de 112,000 familias centroamericanas cuentan con una vivienda digna gracias a los programas de apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
A través del «Programa Centroamericano de Vivienda y Desarrollo de Hábitat Sostenible» (VIDHAS), impulsado en 2015; y el «Programa de Vivienda y Vida Digna» (PROVIDA) empezado en 2019; el BCIE ha logrado beneficiar a 111,714 hogares equivalentes a 469,198 personas, con viviendas dignas.
«Contar con una vivienda digna es un derecho humano que queremos garantizarle a todos los centroamericanos y vamos por buen camino», mencionó el presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi.
El BCIE sostiene que el acceso a una vivienda digna es un medio eficaz para lograr el desarrollo humano e inclusión social de los país, por lo que mediante el impulso y apoyo de este tipo de iniciativas se prevé la generación de capacidades sociales para mejorar el bienestar y la calidad de vida de la región centroamericana.
El VIDHAS y PROVIDA se encuentran en consonancia con la Nueva Agenda Urbana de Hábitat III de las Naciones Unidas, y el primero se ejecuta mediante dos componentes: inversión directa e inversión intermediada. Entre ambos componentes, el Banco ha aprobado $746.66 millones para financiar ocho programas que apoyan las políticas nacionales del sector vivienda, mientras que los desembolsos históricos suman los $206.57 millones.
Amílcar Ramos y Glenda Rodríguez, son de origen nicaragüense y como beneficiados coinciden en la gran ayuda que representó el financiamiento del BCIE para adquirir su vivienda.
«Contar con una vivienda es un sueño hecho realidad, por muchos años pasábamos alquilando en condiciones difíciles para nuestra familia. El financiamiento del BCIE es una iniciativa muy buena, es un beneficio grandísimo para todos nosotros», expresó Ramos.
En El Salvador, a través del PROVIDA se espera disminuir el déficit cuantitativo de vivienda a través del acceso a financiamiento de largo plazo a 2,592 familias para adquirir o construir su vivienda, donde más de la mitad de las viviendas serán propiedad de una mujer aumentando su autonomía económica.