El primer paso en firme para que los salvadoreños con Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) tengan su residencia permanente y, eventualmente, una ciudadanía se completó ayer con el voto a favor de 227 legisladores de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, entre ellos, nueve republicanos.
El próximo escalón es llevar el proyecto de ley H. R. 6 al Senado, donde se necesitan 60 de los 100 votos disponibles a favor para que se convierta en ley. El escenario evoca a los malos recuerdos de 2010, cuando una votación desfavorecedora en la Cámara Alta detuvo el camino para legalizar permanentemente a los soñadores, beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Esta vez, el proyecto de ley incluye a las personas con TPS y Documentos de Salida Diferida (DED, en inglés), y el panorama parece alentador. El Acta del Sueño Americano y Promesa daría un beneficio concreto a 393,000 personas con TPS y DED, de acuerdo con estimaciones del Instituto para Políticas Migratorias (MPI, en inglés).
De estas, el mayor grupo con TPS son los salvadoreños, con alrededor de 190,000 beneficiarios. También, 2,310,000 soñadores tendrían su ansiada «green card».
Bajo el lema «Su hogar es aquí», la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, recordó ayer que los inmigrantes abonan a la diversidad de Estados Unidos, y tener una ley para el TPS y DACA es una de las 10 prioridades de la actual administración.
Todos estos inmigrantes han sido parte de los trabajadores esenciales que han mantenido la cadena alimenticia en Estados Unidos durante la pandemia, dijeron varios congresistas ayer antes de votar.

Además, diferentes discursos en la cámara recordaron que quienes tienen DACA y TPS merecen el respaldo de un estatus permanente porque han formado parte de los trabajadores de primera línea contra la COVID-19.
«Estos son nuestros amigos y colegas. Más de 130,000 personas con TPS han ayudado en la pandemia desde diferentes sectores», destacó Judy Chu, representante por California.
Nydia Velazquez, la congresista que redactó la parte del proyecto de ley que se refiere al TPS, dijo en conferencia que este es un logro para «todos los activistas que se mantuvieron firmes».
«Estoy orgullosa de que este proyecto de ley será un escudo de la deportación para los beneficiarios calificados del TPS, DED y DACA, y creará un camino hacia la ciudadanía. Estos son nuestros compañeros de trabajo, amigos, familia y miembros de nuestra comunidad que han vivido respetando las leyes», agregó Velasquez.
A tres años del golpe de Trump
«Es tiempo de que el Congreso dé un camino a la ciudadanía para los soñadores y beneficiarios del TPS que hacen que nuestro país sea más fuerte y llaman a nuestra nación su hogar. Apoyo fuertemente el Acta del Sueño Americano y Promesa», dijo ayer el presidente Joe Biden, quien también incluyó a esta población en su proyecto de reforma migratoria.
El TPS fue pensado para ser una protección de la deportación temporal, pero luego de décadas y de que los beneficiarios se han forjado su vida en Estados Unidos, la lucha por convertirlo en una opción permanente se intensificó.
El expresidente Donald Trump intentó eliminar los TPS de al menos cinco países. En ninguno tuvo éxito. El estatus de los salvadoreños sobrevivió esa decisión el 8 de enero de 2018. Tres años después, todos estos inmigrantes pueden respirar aliviados.