El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aprovechó este viernes el fallo de la Corte Suprema que revocó el derecho al aborto para pedir a los estadounidenses votar por los demócratas en las elecciones de medio término en noviembre próximo.
La muy conservadora Corte Suprema de Estados Unidos puso fin este viernes a una sentencia que durante casi medio siglo garantizó el derecho de las mujeres al aborto, pero que nunca había sido aceptada por la derecha religiosa.
Esta decisión no convierte en ilegales las interrupciones del embarazo, sino que hace retroceder a Estados Unidos a la situación vigente antes de la sentencia «Roe v. Wade» de 1973, cuando cada estado era libre de autorizarlas o no. «La salud y la vida de las mujeres de este país están ahora en peligro», recalcó el demócrata en un discurso después de que se conociera la sentencia histórica.
Lamentó un «día triste» para Estados Unidos, que se convierte en una «excepción» en el mundo. Además, pidió al Congreso proteger el aborto con una ley federal que asegure que siga siendo vigente en todo el país. Y se dirigió a los votantes diciendo que deben hacerse escuchar en noviembre, en las elecciones que renovarán gran parte del Congreso, para defender la libertad de elegir.
El presidente instó a proseguir la lucha de manera «pacífica» y a defender «en las urnas» el derecho al aborto y todas las demás «libertades personales», ya que se acercan las elecciones legislativas de mitad de mandato que se anuncian complicadas para los demócratas. En un país muy dividido es probable que la mitad de los estados, especialmente en el sur y el centro más conservadores y religiosos, podría prohibir las interrupciones del embarazo en un plazo más o menos corto.
La sentencia publicada el viernes es una de las más importantes en la historia de la Corte Suprema desde su creación en 1790.