Bladimir Díaz celebró por partida doble: anotó el empate que forzó a los penaltis y también fue efectivo desde los 12 pasos por lo que al termino del encuentro su felicidad no le cabía en el pecho y con justa razón.
En esta ocasión no solo festejaba el hecho de haber tumbado a FAS y conseguir el boleto a las semifinales sino también que esta vez podría llegar a la casa y evitar la pena de decirle a sus hijas que no había anotado gol.
«Mis hijas son tan hermosas que casa vez que yo llego a la casa me preguntan? papi metiste gol. Y hoy se que voy a llegar y me van a decir papito te vimos por la tele y vimos que metiste gol. Me daba pena y daba tristeza verles la carita y saber que les tenía que decir que no», dijo el cafetero emocionado de encontrarse con la diana cuando su equipo más lo necesitaba.
Eso sí, con todo y la felicidad en el rostro el ariete sabe que todavía queda camino por recorrer y que deben trabajar. «Estamos contentísimos, pero con los pies sobre la tierra porque viene lo más fuerte. No hemos hecho nada todavía, este es un pasito de bebé nada más», expresó.