Bolivia está sufriendo la crisis ambiental más severa de su historia, con incendios forestales que han arrasado 9,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales, especialmente en el departamento de Santa Cruz, la región más poblada del país, reveló hoy domingo el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.
El director del INRA, Eulogio Núñez, informó que este año se ha alcanzado una cifra histórica de hectáreas quemadas, con un 68 por ciento de las mismas concentradas en el departamento oriental de Santa Cruz (este).
«Hasta el 8 de octubre, las áreas afectadas por los incendios cubren un total de 9,8 millones de hectáreas a nivel nacional», indicó Núñez en conferencia de prensa.
Después de Santa Cruz, el departamento más afectado es Beni (noreste), con el 28 por ciento del total, seguido por La Paz (oeste), con el 3 por ciento. El resto de hectáreas quemadas se encuentran distribuidas por otras regiones bolivianas.
El presidente del país, Luis Arce, emitió el Decreto Supremo 5235 este pasado 30 de septiembre, declarando el estado de desastre nacional por los incendios forestales que han consumido casi 10 millones de hectáreas de bosques y pastizales en Bolivia hasta la fecha. Esta medida se produce tras una evaluación conjunta entre autoridades nacionales, subnacionales y militares, que pidieron la movilización de recursos tanto internos como internacionales para combatir los incendios.
Según datos del INRA, en los últimos cinco años, Bolivia ha perdido 34,6 millones de hectáreas de bosques y pastizales debido a los incendios forestales, afectando principalmente a los departamentos amazónicos de Santa Cruz y Beni. El año 2024 ha sido especialmente devastador, con 9,8 millones de hectáreas quemadas hasta el 8 de octubre.
«Nuestros registros muestran que, hasta el año 2023, habíamos alcanzado un récord con 6,2 millones de hectáreas afectadas. Este año marca un hito, destacando la magnitud de un problema que involucra a todos los actores del sector agrícola, desde pequeños productores hasta grandes empresarios», afirmó Núñez.
De acuerdo con los datos del INRA, los incendios destruyeron 5,2 millones de hectáreas en 2019; 4,9 millones en 2020; 4,1 millones en 2021; 4,4 millones en 2022; 6,2 millones en 2023 y 9,8 millones en 2024.
El director del INRA destacó que el 40 por ciento de las tierras afectadas corresponden a bosques y el 60 por ciento a pastizales, lo cual representa una pérdida crítica para la biodiversidad y la producción agrícola y ganadera del país.
Núñez también señaló que el fuego sigue activo en 26 municipios de tres departamentos. «Es importante mencionar que, comparado con la semana anterior, hemos reducido de 70 a 43 las comunidades con fuego activo», agregó Núñez.
Los incendios forestales son recurrentes en Bolivia durante esta época del año. Y se atribuyen principalmente a los ‘chaqueos’, prácticas de quemas controladas autorizadas para la preparación de tierras dedicadas a la siembra y el pastoreo. Sin embargo, muchas veces estas prácticas se salen de control, especialmente en épocas de sequía.