Boris Becker, culpable de cuatro delitos económicos ligados a su bancarrota

En 2002, un tribunal en la ciudad alemana de Múnich lo condenó a una pena en suspenso de dos años de cárcel y a una multa de 300,000 euros (330,000 dólares) por evasión fiscal de unos 1.7 millones de euros.