Brasil, que posee el 60 por ciento del territorio de la Amazonia, redujo un 36 por ciento la pérdida de bosque primario en 2023 respecto al año previo, al alcanzar su menor nivel desde 2015, de acuerdo con un estudio internacional divulgado hoy jueves por la prensa brasileña.
Los datos aparecen en el informe anual «The Global Land Analysis and Discovery Laboratory» de la Universidad de Maryland, que toma como referencia el seguimiento de la plataforma Global Forest Watch del World Resources Institute.
Según los expertos, «esta reducción se traduce en una disminución dramática en la participación de Brasil en la pérdida total de bosques primarios en los trópicos: del 43 por ciento del total en 2022 a sólo el 30 por ciento del total en 2023».
El informe anotó que la reducción de la deforestación en Brasil en 2023 se atribuye en gran parte al papel del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la lucha contra la tala y en favor de la protección de áreas indígenas en la selva amazónica.
«Desde su reelección, el presidente Lula ha tomado medidas para reducir la pérdida de bosques, incluida la revocación de medidas antiambientales, el reconocimiento de nuevos territorios indígenas y el refuerzo de los esfuerzos de aplicación de la ley», señaló el estudio.
El Gobierno brasileño se ha fijado la meta de deforestación cero para 2030, en el marco de los programas de transición energética, además de recuperar áreas degradadas que en algún momento estuvieron ocupadas por la agricultura o la ganadería.
Los bosques tropicales primarios representan los ecosistemas más importantes para evitar las emisiones de carbono y la pérdida de biodiversidad, y el mayor ejemplo de bosque primario en Brasil es la selva amazónica.