Brasil registró una tasa de desempleo de 11.2% en el trimestre noviembre-enero, la más baja desde 2016 para ese periodo, pero el ingreso promedio de los trabajadores cayó casi un 10% en un año, según cifras oficiales publicadas el viernes.
Esta tasa es levemente inferior a las expectativas de los analistas consultados por el diario económico Valor, quienes esperaban un 11.3% para ese trimestre móvil.
Sin embargo, interrumpe una serie de nueve caídas consecutivas, después de que en el trimestre móvil octubre-diciembre registrara un 11,1% de desempleo.
El dato publicado por el Instituto Brasileño de Estadística (IBGE) muestra una clarísima mejoría con relación a hace un año, cuando la tasa alcanzó el 14,5% en igual período, en una economía todavía muy golpeada por la pandemia del coronavirus.
Aunque todavía en un nivel elevado, el desempleo no había estado tan bajo para un trimestre móvil noviembre-enero desde hace seis años, cuando marcó 9.7%.
Según Adriana Beringuy, del IBGE, esta caída del desempleo se debe sobre todo a la recuperación del comercio minorista, un sector cuyo número de empleados ahora es «superior al anterior a la pandemia», gracias a la recuperación del consumo.
«Este resultado muestra que la tendencia observada desde la segunda mitad de 2021 continúa», insiste.
Sin embargo, el número de personas con trabajo informal, sin contrato y en condiciones precarias, se mantuvo muy alto, en 38,5 millones, el 40,5% de la población activa.
Los datos del IBGE revelan a su vez que la renta media de los trabajadores siguió retrocediendo, con una caída del 9,7% en un año.
El poder adquisitivo de los brasileños se ha visto afectado por la inflación, que se acentúa aún más con la guerra en Ucrania.
La inflación en los últimos 12 meses subió al 10,54% en febrero, mes en que los precios aumentaron 1,01% mensual, la tasa más alta desde 2015 para ese mes y un dato preocupante para el presidente Jair Bolsonaro, quien busca la reelección en las presidenciales de octubre.
El PIB de Brasil creció un 4,6% en 2021, tras una caída del 3,9% en 2020 debido a la pandemia, pero las previsiones de los analistas apuntan a un crecimiento muy tímido en 2022, de 0,49%.