Brasil registró este miércoles un nuevo récord de 90.303 contagios por coronavirus en las últimas 24 horas y sumó 2.648 muertes, en pleno auge de la pandemia que ya colapsa el sistema sanitario en gran parte del país.
Según el último balance del Ministerio de Salud, el gigante sudamericano -con 212 millones de habitantes- acumula un total de 11.693.838 de contagios y 284.775 víctimas, tras varias semanas encadenando trágicas marcas de óbitos y casos.
El martes, el país registró la cifra más alta de fallecidos (2.841) desde el inicio de la pandemia, en febrero de 2020.
Brasil es el segundo en el mundo en número de muertes y contagios, detrás de Estados Unidos.
Este miércoles también hubo un récord de 2.017 muertes diarias en promedio en los últimos siete días, casi el triple de los 703 de inicios de año y muy por encima de lo reportado en 2020.
Los expertos sostienen que esta aceleración sostenida de la pandemia se debe a varios factores, como el surgimiento de la variante del coronavirus registrada en la Amazonía brasileña, mucho más contagiosa, o la falta de cumplimiento de las medidas de prevención por parte de la población, como evitar aglomeraciones y usar mascarillas.
Este repunte ya provoca «el mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia de Brasil», con 24 de los 27 estados reportando una ocupación igual o superior al 80% de camas en las unidades de cuidado intensivo (UCI), según un informe de la Fundación Fiocruz divulgado el martes.
El designado ministro de Salud, Marcelo Queiroga, recomendó este miércoles el distanciamiento social para contener la pandemia e indicó posibles «ajustes» en la política del presidente Jair Bolsonaro, que hasta ahora ha ido en sentido contrario.
«Conseguiremos reducir las muertes (…) con políticas de distanciamiento social que permitan disminuir la circulación del virus y mejorando la capacidad de nuestros servicios hospitalarios», dijo Queiroga, designado el lunes por Bolsonaro como su cuarto ministro de Salud desde el inicio de la crisis sanitaria.
El feroz repunte de la pandemia en Brasil podría dejar pronto unos 3.000 muertos diarios y elevar el balance hasta 500.000 o 600.000 antes de la generalización de las vacunas, según expertos.
Por ahora, 9,33 millones de brasileños, es decir 4,4% de la población, han recibido al menos una dosis, y 3,12 millones ya recibieron la segunda.
Una encuesta Datafolha publicada este miércoles indica que 43% de los brasileños considera que el mandatario es «el principal culpable» de la situación actual, frente a 17% que la achacan a los gobernadores, quienes promueven las medidas de confinamiento que son criticadas por Bolsonaro.