California está en llamas, literal y figurativamente. Los incendios forestales que carbonizan los bosques del estado arden con tanta voracidad que están calentando la campaña del referendo revocatorio que decidirá el destino de la gobernación el 14 de septiembre.
Los detractores del gobernador demócrata Gavin Newsom le achacan la responsabilidad por todos los males de California: desde la crisis de vivienda hasta el avance del covid. Y utilizan como un arma la dura temporada de incendios, que se perfila a convertirse en la peor de la historia regional.
«Esto es sobre el fracaso del gobierno a hacer lo más básico como administrar nuestros bosques», dijo el candidato republicano Kevin Kiley, citado por CNN.
Los californianos votarán si quieren que su gobernador continúe en el cargo, o si un sucesor debe asumir hasta enero de 2023 las riendas del estado que representa la quinta economía mundial.
La lista de 46 contrincantes incluye celebridades y figuras excéntricas, como es de esperarse en una elección que tiene Hollywood como uno de sus escenarios. Pero la gobernación también es disputada por adversarios políticos de Newsom y que, debido al aumento del interés público, han llenado sus campañas con planes para lidiar con el aumento de los incendios y la dura sequía que impacta a la región.
«Rabia generalizada»
A casi 200 kilómetros de Sacramento, capital de California, el fuego es literal. El incendio Caldor puso en jaque al famoso destino turístico South Lake Tahoe, mientras que al norte, Dixie, el segundo mayor incendio de la historia del estado, ha consumido más de 3.700 km2 desde que comenzó en julio.
Pero, ¿jugarán los incendios un papel clave en las urnas?
Para Jack Citrin, profesor emérito de la Universidad de California, no necesariamente.
«No ha habido mucha discusión sobre esto, pero la gente que ha sido afectada por los incendios y ha perdido sus casas está furiosa, pero ¿a quién culpan? Es difícil de saber, pero lo que podemos sentir es rabia generalizada, no va en ninguna dirección específica, y no creo que vaya hacia el gobernador», dice Citrin.
Los incendios se traducen en un empeoramiento de la calidad del aire y al avance de columnas de humo para quienes viven en las ciudades.
Pero para quienes viven en las zonas rurales, el impacto es rotundo.
Cientos de hogares han quedado destruidos y miles de personas debieron evacuar las zonas incendiadas.
La devastación de Caldor en South Lake Tahoe en las últimas semanas redujo enormes cabañas a cenizas.
Pero incluso quienes vieron sus propiedades consumirse por las llamas admiten que el problema se escapa del control del gobernador.
«Voté por Newsom y no lo voy a revocar», dice Tim Close, que descubrió que su casa de veraneo familiar fue arrasada al ver imágenes de AFP.
«Los incendios han aumentado. Es la sequía de este año, ves lo que ha pasado en los últimos cinco o seis años y sabes que es cada vez peor».
Científicos afirman que el cambio climático, impulsado por la acción humana, está dejando al oeste de Estados Unidos más caliente, más seco y más vulnerable a incendios.
Las llamas son parte natural del ciclo de los bosques, pero el aumento de los incendios y su ferocidad se debe al aumento en las temperaturas globales.
Uso de los recursos
Para muchos, la votación del impeachment es una pérdida de tiempo y energía, considerando que el período del gobernador concluye en enero de 2023. Además, muy costoso: 280 millones de dólares de los cofres públicos.
«Sería mejor gastar ese dinero en prevención de incendios, educando a las personas sobre cómo crear zonas libres de incendio alrededor de sus casas y recibiendo apoyo para eso, también teniendo más recursos, pagando más a los bomberos y comprando más camiones», opina Close, quien reside en San Mateo, cerca de San Francisco.
«Estas crisis llevaron años para concretarse y Newsom las heredó de su antecesor, pero tuvo la mala suerte de asumir el cargo justo cuando llegaron a un punto de ebullición», argumentó un editorial del diario Los Ángeles Times que en agosto cuestionaba que el gobernador fuese responsabilizado por los males que aquejan al estado.
Para hacer frente a la situación, Newsom ha pedido a los californianos reducir el consumo de agua, solicitó apoyo federal y aprobó recursos para la prevención del fuego.
«En todo caso, se muestra visible, como un líder, muestra compasión y preocupación. De una manera pequeña, [los incendios] pueden hasta ayudarlo», opina Citrin, quien cree también que la última palabra estará en manos de los demócratas que votarán considerando «problemas mayores» como vivienda, pandemia y costo de vida.
«El factor clave que determinará estas elecciones es si el gobernador y su equipo pueden tener éxito frente a esto».