Los habitantes de California, Usulután, están seguros de que los tres años que lleva el municipio sin registrar ningún homicidio no se ha logrado por «arte de magia», sino por el compromiso que cada padre de familia tiene con la enseñanza de valores a sus hijos desde la temprana edad y que se fortalece más en las distintas etapas de la educación formal.
Rudis Benítez es californiano de nacimiento y manifiesta que es un «ciudadano de bien» gracias a la educación que recibió de sus padres desde que era niño, explica que todas las enseñanzas y consejos de sus progenitores sirvieron para diferenciar entre lo bueno y lo malo. Ahora que es padre de familia, detalla que replica el mismo proceso educativo recibido de sus padres para con sus hijos, con el objetivo de que sus descendientes no sean seducidos por las pandillas.
«Aquí los padres están comprometidos con educar y corregir a los niños desde temprana edad. Somos un pueblo muy religioso y los padres se encargan de educar a sus hijos y creo que esa es la clave para mantener controlada a la violencia. Primero Dios, luego los padres y la municipalidad que también hace su labor», comenta Benítez.
El californiano expresa que esos buenos cimientos en la educación inicial mantienen a flote al municipio en cuanto a la violencia homicida, a pesar de ser vecinos de los municipios de Santiago de María, Jucuapa y Santa Elena, localidades donde hay alta incidencia de maras.
LE PUEDE INTERESAR: El Carrizal lleva 15 años sin registrar homicidios
El alcalde municipal, Gustavo Aguirre concuerda con Benítez y los otros lugareños en que la enseñanza de valores a niños y adolescentes ha sido importante en la seguridad ciudadana y para que este año aparezcan en la lista de 80 municipios que no reportan homicidios hasta el 11 de noviembre, de acuerdo con datos de la Policía Nacional Civil (PNC).
Aguirre también atribuye esa «buena cifra» al trabajo articulado de la municipalidad con la PNC, las comunidades y los diferentes comités que a pesar de las diferencias políticas y religiosas trabajan en conjunto para prevenir la violencia.
«Es un trabajo complejo, pero en conjunto con todos los sectores de las comunidades pues son el centro más importante para prevenir la violencia. El trabajo con la primera infancia es importante porque es desde ahí donde uno trabaja para inculcarle a los niños y adolescentes el tema de seguridad ciudadana y gracias a Dios y a este trabajo conjunto es como hemos logrado tener el municipio libre de violencia», manifiesta el edil.
LEA TAMBIÉN: Hay 80 municipios con cero homicidios este año
En California al igual que en los otros municipios visitados por «Diario El Salvador», la organización de las comunidades es de suma importancia para tener en cero la violencia homicida. Eso lo sabe bien, María Méndez, quien forma parte de un grupo de jóvenes de California y quien también será la instructora de informática en el nuevo centro de cómputo municipal.
Para la muchacha, el hecho que la comunidad esté bien organizada ayuda al combate de la violencia y también el que la comuna realice diferentes actividades deportivas y talleres para los niños y jóvenes considera que son proyectos que refuerzan valores.
«Gracias a Dios aquí no se escuchan de esas cosas (asesinatos), uno se siente cómodo porque uno sale al parque y al polideportivo y se siente tranquilo porque nada le va a pasar. Aquí hay muchas actividades deportivas y pronto van a inaugurar el centro de cómputo para que los jóvenes inviertan su tiempo y no anden pensando en cosas no adecuadas», dice la joven.
Los jóvenes se ocupan en talleres vocacionales y torneos deportivos
El alcalde es de la idea que una mente ocupada no da cabida a los malos pensamientos, asegura que es por eso que durante sus tres años ha estado al pendiente de mantener ocupados a todos los jóvenes con torneos de fútbol, talleres vocacionales en coordinación con Insaforp y están prontos a inaugurar el gimnasio municipal, una cancha de fútbol playa y el centro de cómputo. «Esa es la forma que hemos encontrado para tener buenas cifras», concluye el edil.
