El Ministerio de Relaciones Exteriores, en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (WFP, siglas en inglés) y la Universidad Francisco Gavidia certificaron a 23 migrantes retornados que formaron parte de la tercera promoción del programa de gastronomía.
Los participantes se prepararon durante cuatro meses no solo en técnicas del arte culinario, sino también orientación psicológica y la manera de proyectarse para un emprendimiento. Vanessa Guardado, de 23 años, residente en Soyapango, San Salvador, se dio cuenta del proyecto por medio de un familiar. Ahora que cuenta con todas las herramientas en el ámbito gastronómico su deseo es emprender su propio negocio.
«Las personas retornadas son un importante capital humano para el país, ya que cuentan con gran experiencia», dijo la viceministra de Diáspora y Movilidad Humana, Cindy Mariella Portal. La funcionaria también enfatizó que con este tipo de proyectos el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha logrado reducir la migración irregular hacia el exterior. «El gobierno del presidente Nayib Bukele tiene un profundo compromiso con promover las oportunidades de desarrollo en El Salvador», agregó.
Este programa ha permitido la graduación de al menos 90 personas hasta la fecha.
En el mismo evento, las autoridades lanzaron la iniciativa de fortalecimiento económico para 29 emprendedores de la zona oriental del país, dedicados a alimentos y agricultura. Quince de ellos se encuentran en Usulután, seis en San Miguel y ocho en Morazán.
Rogelio Cruz, de 51 años, recibirá apoyo económico y una formación de cuatro meses para promover sus productos. El salvadoreño se ha dedicado por más de dos décadas al procesamiento de lácteos en Usulután. «Las capacitaciones nos orientan sobre cómo vender, producir y la forma de venta por medio de WhatsApp. Estamos agradecidos», comentó Cruz.
Ambos proyectos son financiados por el Fondo de Consolidación de Paz de Naciones Unidas (PBF) del programa de Retorno y Reintegración en el país.
En total, se trata de 52 personas beneficiadas.